Reza Emilio Juma. Escritor

"Para apreciar las cosas de verdad hay que leer"

  • El autor canadiense presentó su novela 'El legado del príncipe de Cachemira' en el Cuarto Real de Santo Domingo.

Viajes, aventuras, amor… El escritor Reza Emilio Juma vuelca en su novela El legado del Príncipe de Cachemira todas las emociones de un joven solitario que recorre desde India a Córdoba, en busca de algo que contiene el sentido de su vida. En el camino encuentra obstáculos, situaciones fáciles y difíciles y va creciendo con ellas. La novela acaba de salir al mercado con la editorial granadina Nazarí.

-El peso de la narración recae sobre el protagonista de la novela, ¿quién es Gita?

-Un príncipe de Cachemira descendiente de Alejandro Magno, que decide abandonar su lugar de nacimiento para cumplir con un legado que lo lleva a viajar desde India pasando por el Imperio Persa, Mesopotamia, Siria, Israel, Palermo y así hasta llegar a Al-Andalus, donde en el siglo X Córdoba era la capital del mundo. Pero es pura ficción, imaginación basada en la historia.

-Fantasía, erotismo y mucha acción recorren las 400 páginas de la novela, ¿a quién la recomienda?

-A todo el mundo, porque tiene muchas facetas, el 80 por ciento del libro es historia pero hay de todo, es muy intensa. He viajado por todo el mundo y tengo mucha imaginación, todo lo aplico a este libro.

-Está inspirada en Al-Andalus pero, ¿donde está escrita?

-En la isla caribeña de Cozumel, donde vivo. Yo soy canadiense, muy joven vine a hacer un curso de tres meses a Granada que se convirtieron en 14 años en este país, sobre todo en Elche, donde estuve viviendo. Me enamoré de Andalucía, de Granada, de la magia. No sé lo que es, como si tuviera un vínculo muy fuerte, sobre todo con Granada. He venido más de 40 veces, cada vez que vengo me enamoro más. Lo que más impacta es la Alhambra, pero toda la ciudad está llena de rincones adorables, emblemáticos e históricos. El Realejo me sorprende mucho.

-¿Cómo se ve Granada con los ojos de un extranjero que tiene un gran amor por la ciudad?

-Granada no es lo que era en el siglo XIV, después de la Reconquista se trató de borrar la huella andalusí y se cometieron muchas barbaridades. Pero en los últimos 50 años, los granadinos se están dando cuenta de que la verdadera belleza está en lo andalusí, por eso se están recuperando lugares como El Cuarto Real, donde presento mañana la novela. Me parece el lugar más bello de Granada después de la Alhambra. Me quedé en la qubba quince minutos sin decir nada, me trasmitía mucha energía. Tengo un vínculo muy fuerte con la cultura andalusí.

-¿Hay algún mensaje en 'El legado del príncipe de Cachemira'?

-Muchos, es una novela muy esotérica. El príncipe Gita tiene que cumplir un legado que no se desvela hasta el final del libro. Es un personaje del siglo X que vive al estilo del de su momento, de una manera muy diferente a como se vive ahora.

-¿Cómo era la Córdoba del siglo X que aparece en su novela?

-No se va a saber nunca cómo era, por eso lo bonito es dejar correr la imaginación. En el libro aparece como el paraíso terrenal. Evidentemente, no había una sociedad perfecta, pero para mí Córdoba es la sociedad más perfecta y civilizada de toda la historia del mundo. Convivían cristianos, judíos y musulmanes en paz. ¿Quién trajo la religión cristiana a la península? Los visigodos que llegaron de Alemania, sólo cien años antes de la conquista musulmana. Todo lo que sabemos es la versión de los vencedores. La andaluza es la sociedad más abierta de España, aquí la gente vive en paz, la visión es más amplia y avanzada. El andaluz siempre tiene ganas de conocer y es muy divertido. Cada vez que salgo en Granada conozco a gente diferente, eso no lo he visto en ningún lugar del mundo. Cuando me preguntan si echo de menos España digo que lo que echo de menos es Andalucía. El flamenco, el arte, el baile, la magia, el duende… todo.

-¿Algún escritor favorito?

-Amin Maalouf.

-En su libro, uno de los países que aparecen en Siria. ¿Qué opina de lo que está pasando allí?

-Una guerra civil no empieza de la nada, siempre hay una mano exterior e intereses económicos que manipulan y eso me da mucha pena. Gente que tiene todo, y vive una vida estable, de repente se convierten en refugiados, es una tragedia y es nuestro deber acogerlos. Los sirios, además, comenzaron la cultura andalusí, los omeyas son de Damasco. Para apreciar las cosas de verdad hay que leer, no dejarse llevar solamente por lo que dicen los políticos o los medios de comunicación. Así se forja la gente culta.

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