Soleá Morente. Cantante

"Tengo el mismo afán de búsqueda de mi padre"

  • La segunda de las hijas del cantaor presenta este jueves en la sala Boom Boom Room el aclamado álbum con el que inicia su carrera en solitario, 'Tendrá que Haber un Camino'.

Quién no la haya visto en directo no podrá entender el magnetismo que irradia Soleá Morente encima del escenario. Cuando rompe a cantar cada uno de los que asisten siente como si hubiera recibido un gancho en el mentón que lo obliga a girar la mirada y dejarla fija sobre ella. Transmite una sensación de fragilidad y de inocencia de la que está muy lejos de ser consciente, como si fuera a quebrarse. Y a pesar de ello resplandece como un animal poderoso e imponente. En cierto modo, y aunque sus estilos y sus voces son muy diferentes, resulta tan cautivadora como la joven Dolores Montoya, cuando se dio a conocer como la mitad de Lole y Manuel, y a la que Soleá menciona como referente. Prestó su voz, y deslumbró con ella a la más exigente crítica del rock, en el mini álbum Encuentro (El Volcán Música, 2013), que firmó con Los Evangelistas, el grupo formado por miembros de Lagartija Nick y Los Planetas para recrear en clave rock el repertorio de Enrique Morente. Dos años después su debut propiamente dicho, Tendrá que Haber un Camino (El Volcán Música, 2015), no ha hecho más que acumular parabienes y superlativos. Soleá parece haber desarrollado un inteligente antídoto contra el halago desmesurado y lo demuestra con sus respuestas. Este mes de febrero afronta las primeras cinco fechas de la presentación del álbum y con ese motivo nos cita en su casa del Albayzín para contarnos los detalles de su génesis. Un rato antes de la cita, nos llama para cambiar el lugar del encuentro. Se encuentra en plenos ensayos y nos emplaza a realizar la entrevista en la sala Planta Baja, donde se desarrollan. Para no entrar a saco con preguntas sobre el disco y la presentación en directo que ofrecerá el jueves en la sala Boom Boom Room, decido romper el hielo preguntando por una breve colaboración que ha hecho hace poco en un teatro de Madrid, interpretando en un papel secundario a una tal Margarita Carmen Cansino.

-¿Cómo se siente una en la piel de Rita Hayworth?

-Fue increíble. Una experiencia inolvidable que me encantaría repetir porque yo creo que es el sueño de cualquier mujer, sentirse en la piel de Rita Hayworth. Además trabajé con Juan Diego Botto, al que admiro muchísimo. Era una obra de teatro que se hizo como homenaje a la actriz Clara Bow, y en ella yo tenía que interpretar una canción, que era Todavía pero en clave de jazz de los años veinte. Me dieron ese papel y fue una experiencia mágica.

-Casi todos los medios, tanto generalistas como especializados, señalan a Soleá Morente como artista revelación de 2015; el álbum siempre colocado entre los mejores del año, e incluso algunas de sus canciones entre las mejores también. ¿No le asusta tanta alabanza? Dicen que el elogio debilita...

-Pues me impresiona. Estoy contenta, me siento feliz porque he puesto todo lo que tenía dentro de mí en este disco, los cinco sentidos en cada canción, en cada momento, y es muy satisfactorio que a algunas personas les guste. Con que le guste a una ya me doy por satisfecha. Yo siento que sigo en pleno proceso de aprendizaje, trabajando día a día, pensando en cómo montar los directos. Esa es mi meta, formarme cada día.

-En canciones se han destacado 'Todavía' o 'La Ciudad de los Gitanos', pero hay más: 'Vampiro', 'Solos Tú y Yo', 'Nochecita Sanjuanera'… El nivel del álbum es espectacular.

-Te lo agradezco mucho, para mí es un honor escuchar eso. La verdad es que yo no he ido buscando las canciones, sino que es un disco muy curioso que ha ido naciendo solo, sin premeditación ni un concepto predefinido. No se puede decir que sea un disco pop ni un disco rock, ni flamenco, ni indie… O sí.

-Incluso hay un tema con bases electrónicas que podría ser carne de pista de baile, 'Tonto'. ¿Está contenta con ese arreglo, que digamos se sale más de la tónica del disco que el fandango, la sevillana o la falsa granaína?

-Es verdad, se sale del mapa del disco, pero eso es lo que me gusta. Hay algo dentro de mí, una especie de inquietud que me empuja a probar cosas nuevas, me gustan los desafíos, los retos. Esta canción es de David Rodríguez (músico barcelonés, fundador del grupo Beef o La Estrella de David, y colaborador de Ana Fernández-Villaverde en La Bien Querida, que es otra de las que han aportado temas al disco), a quien admiro mucho, y el día que me cantó la canción en su casa, me pareció muy divertida y le aporta un punto de humor al disco. Además, la electrónica creo que ofrece muchas posibilidades y es muy interesante.

-Cuando llegamos a la sala, Soleá aún apura el ensayo entonando Palabras Para Julia con el acompañamiento de Jota Machuca, el pianista, mientras el resto recoge sus bártulos. Esa canción formaba parte originalmente de la selección que hizo junto a su padre para aquel que debió ser su primer disco en 2010 y que quedó en el limbo tras la muerte de Enrique y el subsiguiente proceso de duelo que Soleá tuvo que atravesar. ¿Tiene intención de retomar ese proyecto y terminarlo, o siente que aún no es el momento?

-Pues sí, ahora siento que es el momento. Me han pasado muchas cosas, me he expresado de la forma que he podido en Tendrá que Haber un Camino y ahora me siento más fuerte y más preparada para volver a ese proyecto que me gusta muchísimo, me acompaña en los conciertos y en las presentaciones que vamos a hacer están algunas de las canciones que seleccioné con mi padre, está Palabras Para Julia, está el vals [se refiere a la versión de Take this Waltz de Leonard Cohen] o un fado de Victoria de los Ángeles, Sonhos de Caetano Veloso… Es un proyecto que siempre ha formado parte de mí, e incluso en esta gira rescataré algunas de esas canciones.

-Hablemos de las diferencias entre su hermana Estrella y usted. Comprenderá que es inevitable emparentarlas llevando ambas el apellido Morente. Las dos tienen voces excepcionales pero de características muy diferentes.

-Bueno, es que yo la voz de mi hermana la considero una de las mejores que he escuchado en mi vida.

-Quizá la de Estrella sea una voz más completa o de registro más amplio, según los cánones clásicos, pero la suya es tremendamente personal y le saca un magnífico partido. En eso consiste ser una artista, ¿no?

-Bueno, yo hago lo que puedo con el instrumento que tengo, que es mi voz. Cada día la voy conociendo más, y le voy sacando mejor provecho. Yo vengo del flamenco y cuando canto hay una intención flamenca, por supuesto, pero no soy cantaora. Estrella en cambio puede cantar lo que quiera, de la forma que quiera y en el tono que quiera. Aprendo de ella cada día. Es un espejo en el que me miro.

-Además de la diferencia de timbre, parece que cada una se ha decidido por una senda muy diferente. Ella mucho más 'mainstream', usted más alternativa. ¿Siente que esa diferencia les viene desde pequeñas? Quiero decir, quien las conozca desde siempre podría haber adivinado que cada una de ustedes habría tomado estos caminos tan divergentes?

-Hay un poco de todo. Desde que éramos pequeños, mis hermanos y yo hemos escuchado de todo, especialmente flamenco, pero tú sabes que mi padre escuchaba de todo. Íbamos en el coche con él y escuchábamos a Chacón, a la Niña de los Peines, a Caracol… y en casa igual. La diferencia con Estrella es que ella puede abordar casi cualquier género y lo hará bien, mientras que yo estoy elaborando mi propio discurso y tengo un afán de investigación, de búsqueda al que ha ayudado también mi paso por la Universidad, que me ha abierto a otros mundos, pero que he heredado de mi padre. Igualmente mi trabajo con Los Evangelistas, con Antonio Arias y con Jota me ha hecho descubrir cosas que ahora las aplico a lo que ya sé. Y sale esto de mí. Me interesa mucho la música alternativa porque creo que conlleva una actitud que es muy importante hoy en día, en los tiempos que vivimos.

-¿Y cuál será el grupo de acompañamiento? ¿El mismo que ha grabado el disco será complicado?

-Uff, pues eso, efectivamente es muy complicado porque en el disco ha colaborado muchísima gente. He tenido esa suerte. Está lleno de músicos increíbles, de gran talento y sensibilidad que han sido muy generosos conmigo pero no puedo llevarlos a todos, qué más quisiera yo. De momento para las cinco fechas que tenemos este mes el grupo lo forman Antonio Arias y Floren Muñoz a las guitarras eléctricas, JJ Machuca al teclado, Mafo de Pájaro Jack a la batería y Miguel Martín al bajo, además de Eduardo Pacheco, que es hijo de Carmen Linares, a la guitarra flamenca.

-Su padre ya tuvo que lidiar con los recelos de los puristas, que no siempre entendieron sus quiebros. Usted que se ha criado rodeada de flamencos, ¿Nota cuando la música que hace es recibida con reparos por parte de los flamencos más inmovilistas? ¿Qué les diría, si es que tiene algo que decirles?

-En principio no he sentido ese rechazo, pero sobre todo porque los sitios a los que voy a cantar son para un público que ya sabe lo que va a oír. De vez en cuanto me encuentro con algún amigo de mi padre muy aficionado al flamenco, o a algún rockero, pero de momento no he sentido ningún recelo, quizá porque no me interesa.

-Si hay una artista sacrificada en la familia, esa es sin duda su madre, Aurora. Las portadas de los dos anteriores discos, los de Los Evangelistas, eran cuadros de ella. ¿De quién fue la idea? ¿Es una forma de reivindicar a la artista, tal vez ensombrecida por la figura de su padre?

-El primer cuadro, el del disco rojo de Los Evangelistas, lo pintó poco después de la muerte de mi padre. Es un cuadro con unos colores muy intensos, rojos y negros muy fuertes y es un cuadro que transmite mucho dolor, sensaciones muy intensas. Y cuando se grabó el disco, ellos no tenían portada, lo vieron y le preguntaron a mi madre si podían usarlo, Antonio en concreto. Y es curioso como algunas veces el arte es como una premonición, porque aunque está pintado antes de que se grabara el disco, refleja muy bien lo que transmite.

-A todos los debutantes le preguntan por sus influencias. Hábleme de las suyas, pero le voy a poner categorías. Las flamencas de toda la vida, las influencias flamencas que, como usted, estén rompiendo moldes o buscando nuevas formas de expresión, y finalmente las rockeras o las de cualquier otra tradición que le guste particularmente.

-En el flamenco La Niña de los Peines, Caracol, Chacón, Pepe de la Matrona, Enrique Morente, Estrella… sería una pesada dándote nombres. Lole y Manuel son también para mí otro estandarte, la de Lole es una de las voces más bellas del flamenco. Y de fuera del flamenco, pues Leonard Cohen, Bob Dylan, Michael Jackson, hay cosas suyas que me han marcado, Los Beatles… Y de cosas que he ido incorporando en los últimos tiempos, Cocteau Twins, Stereolab, New Order.

-¿Hasta qué punto la responsabilidad de su inclinación por lo alternativo es de la decisión de Jota, Antonio, Eric y compañía de montar un proyecto como Los Evangelistas?

-Pues parece que era lago que venía ya dentro de mí, porque mi padre era un apersona muy abierta, que le gustaba escuchar todo tipo de música, de todos los géneros. Cuando la música es buena no importa el género. Y si es verdad que esta vertiente digamos alternativa puede estar propiciada por lo que he visto en casa, con mi padre, que no le tenía miedo a nada y era una persona valiente. Entonces yo he heredado amigos suyos que me han enseñado cosas interesantes.

-Escuché en una entrevista hace poco que le preguntaban: "¿Qué esperas de la música en general y de este disco en particular?" Usted respondió: "De la música espero que me salve; de este disco que me lleve donde me quiera llevar, yo le he dado todo lo que tenía". Sé que no voy a conseguir un titular mejor que ese. Van Morrison le llamaba The Healing Game a esto de cantar…

-Exacto. Creo que la música es la mejor terapia. Pienso que sin la música no estaríamos vivos, es algo que sueño muchas veces, que si no existiese la música si podríamos sobrevivir. El arte es lo que nos ayuda a entender quiénes somos y de dónde venimos.

-Luego le preguntaron si usted había encontrado su camino. ¿No es lo más excitante, lo más emocionante, la búsqueda constante de ese camino? Camino se hace al andar…

-Así es. Si ya lo hemos encontrado todo… no sé, eso me daría muchísimo miedo. A mí lo que me motiva, lo que me hace seguir viviendo es la búsqueda, el conocer cosas nuevas y expresarlas de un modo nuevo. El otro día leí una cita de Pessoa que decía que el arte es la fuga hacia la sensibilidad que la acción tuvo que olvidar. Y así lo veo yo.

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