Juan Cavestany. Cineasta y dramaturgo

"Hemos tratado de buscar lo normal que hay bajo lo raro"

  • El realizador firma 'Esa sensación', que ha pasado con éxito por los festivales de Rotterdam, Toronto y Málaga.

-¿Cuál es esa sensación de la que habla su película?

-Es toda sensación con puntos suspensivos, difícil de verbalizar, que no se sabe si la estás teniendo o no. Puede ser sensación de no saber dónde está uno, de tristeza o alegría no justificada, o de que los demás son normales y uno mismo no.

-¿Cómo se dirige una película entre tres? ¿Cree que los trabajos previos y la mirada de Julián Génisson y Pablo Hernando son afines a los suyos?

-Los tres nos conocemos desde hace años y compartimos una cierta afinidad en torno al sentido del humor y del pudor. En Cabás o La tumba de Bruce Lee yo detecto un nexo con Dispongo de barcos o mis otras películas. Confiando casi únicamente en esta afinidad a priori nos pusimos a desarrollar Esa sensación. No teníamos una tesis ni buscamos nexos o hilos comunes en las tres tramas, solamente compartimos nuestros guiones con la intuición de que las historias se complementaban por sí solas sin mayor explicación. Luego nos ayudamos mucho mutuamente en los rodajes. En montaje llegó el momento de decidir que la historia de Pablo, protagonizada por Lorena Iglesias, sería la base dramática que empieza y termina la película y en torno a la cual se alternaban las otras dos.

-Su historia sigue el recorrido de un virus que inocula el don de la inoportunidad en sus víctimas, gente aparentemente normal. ¿Cuál diría que es el virus en la actual sociedad española?

-Sin querer hacer sociología, que no me corresponde, percibo que vivimos, y no sólo en España, presos de unos impulsos, deseos y rituales que hemos establecido entre todos pero como sin querer, a menudo en nuestra contra. Quizás habría que romper estas inercias a través de cosas como la meditación, la solidaridad, la generosidad o la decencia, pero esa propia inercia lo hace muy difícil.

-Su cine suele situar a sus personajes, ya de por sí solipsistas, en una atmósfera siempre extrañada que remite a lo real pero vaciado de sentido o de lógica. ¿Por qué la predilección por este tipo de personajes y ambientes?

-Hay algo tanto de mirada al abismo, como de ejercicio de empatía. Me gustaría que no fuera sólo una recreación morbosa en lo patético, supongo que en parte también es intentar hacer algo de poesía con lo que uno se encuentra tirado por ahí.

-La etiqueta del post-humor persigue a cierta comedia española realizada en los últimos años en los márgenes de la industria. ¿Cree que define o se aproxima a lo que usted hace?

-Las etiquetas son tan engorrosas como necesarias, y no seré yo quien lance el tópico de rechazarlas. Cuando Jordi Costa habla del post-humor le veo todo el sentido. Uno trabaja sin pensar en eso, pero sí consciente de que está en un terreno poco definido, claramente cómico a veces, pero siempre comprometido con inquietudes que tienen que ver con la identidad y la capacidad o incapacidad de relacionarse bien.

-Alguna vez ha mencionado que no busca tanto los elementos del absurdo o lo surreal como una mirada distinta a lo normal.

-Julian [Génisson] dice acertadamente que no es tanto buscar lo raro que hay debajo de lo normal, como lo normal que hay bajo lo raro. No somos tan raros, son esas inercias de las que hablaba antes las que nos hacen desconectar unos de otros. La realidad en su rareza y en su normalidad es inagotable como fuente de inspiración.

-De su cine me interesa especialmente el trabajo de extrañamiento con las localizaciones y arquitecturas urbanas. ¿Dónde encuentra esos lugares y qué le atrae de ellos?

-Los veo por todas partes cada día. La mayoría no queremos mirar a esos sitios, igual que no queremos ver a determinadas personas. Cuando se retratan las ciudades se suele evitar estos sitios, aunque son los más frecuentes, y no retratarlos es como extraer de una mala crítica un adjetivo positivo y resaltarlo en el cartel.

-Gente en sitios podía leerse en cierta clave social, pero en Esa sensación esto parece haber desaparecido…

-Yo creo que Esa sensación es más filosófica o más centrada que Gente en sitios, que era más dispersa y más un divertimento. En Esa sensación creo que hay un viaje más dirigido a algo íntimo.

-Usted empezó como guionista y cineasta en el cine industrial, y a partir de Dispongo de barcos se ha refugiado en la más absoluta independencia creativa y en nuevos canales de difusión. ¿Hay camino de regreso?

-Ojalá lo haya, ahora mismo estoy haciendo una comedia para televisión y estoy encantado. Nada de lo que he hecho ha sido una negación de otra cosa, se ha hecho lo que se ha podido. Quizá lo que me confunda es el querer abarcarlo todo.

-¿Dónde se situaría o querría situarse dentro del actual panorama del cine español?

-Creo que es un panorama vibrante, intenso, a la vez en constante crisis y transformación. El hecho de que Esa sensación sea una película con distribución y que va a poder ser vista por todo el que quiera verla en cines, festivales y otras plataformas me hace estar plenamente satisfecho.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios