Actual

Un vecino muy cercano

El hallazgo del planeta habitable fuera del sistema solar más cercano a la Tierra marcará la agenda de la astronomía y la astrobiología de los próximos años. Así lo aseguran desde el Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA), donde los teléfonos no han parado de sonar desde que se produjo el hallazgo. Zaira Berdiñas, Pedro Amado, Cristina Rodríguez y cuatro personas más forman el equipo del IAA que ha participado en este proyecto internacional.

"Empezamos las observaciones en 2003, y en 2013 ya teníamos indicios de la señal pero no estábamos seguros. A principios de año, diseñamos una campaña de investigación internacional con el espectógrafo Harps, que está en el Observatorio de la Silla, en Chile, para confirmar o descartar este indicio que teníamos. Utilizamos una técnica que se llama de velocidades radiales, una medida indirecta donde tú no ves el planeta pero sí el efecto que produce en la estrella. Nosotros lo que medimos es la velocidad a la que se mueve la estrella por la presencia de un planeta. Es lo mismo que cuando estás en una estación de tren, al pasar delante de nosotros, el ruido que nos llega es distinto", explican los investigadores del Instituto con sede en Granada.

A partir de las oscilaciones de la luz se ha descubierto que el cuerpo celeste, bautizado con el nombre de Proxima b, orbita alrededor de Proxima Centauri, que es nuestra estrella más cercana aparte del sol. La noticia ha tenido una gran repercusión. "Es un hallazgo muy especial porque este planeta está muy cerca y nos brinda una oportunidad de exploración que no tenemos con ningún otro".

Aún no se sabe la masa del planeta ni su temperatura superficial, pero sí que este nuevo vecino tarda 11,2 días en dar la vuelta a Proxima Centauri, a unos 7 millones de kilómetros de la estrella. Si el nuevo planeta podría albergar vida o si ha sido capaz de mantener agua líquida y gases en su superficie, a lo largo de sus 5.000 millones de años, también es una incógnita. "No podemos saberlo a día de hoy. Conocemos la masa mínima que tiene y la distancia de la estrella a la que está. La proximidad entre el planeta y su estrella hace posible que reciba 60 veces más radiación de alta energía de su astro que de nuestro planeta. El siguiente paso es ver si podemos medir un eclipse del planeta, de esta forma podremos calcular el radio, la densidad y la composición. También podremos deducir si tiene atmósfera. Lo que sí suponemos es que es rocoso".

Tampoco se sabe si Proxima b cuenta con un campo magnético como el de la tierra que pueda protegerlo de agresiones externas. "En un par de años seguro que sabremos cuál es su tipo de atmósfera, entre otras cuestiones", indican desde el IAA.

En 1995 se descubrió el primer planeta fuera del sistema solar. En las últimas dos décadas se han identificado unos 3.500 exoplanetas, según la enciclopedia de planetas extrasolares. Topar con uno nuevo supone una gran satisfacción. "Nosotros conocemos la existencia de Proxima b desde febrero, pero la noticia ha saltado ahora y es muy emocionante comprobar lo mucho que la gente se entusiasma".

La campaña Pale Red Dot reunió a 31 científicos de 8 países, de los que siete pertenecen al Instituto de Astrofísica de Andalucía con sede en Granada. Desde los diversos puntos de trabajo se comprobó la consistencia de la señal con mediciones de 20 minutos diarios durante 60 noches.

Otro reto importante es comprobar si hay algún tipo de atmósfera y presencia de agua líquida que le conferirían la distinción de exoplaneta habitable.

Entre las cuestiones que más llaman la atención es que las previsiones indican que Proxima Centauri existirá durante centenares de miles de millones o incluso billones de años. Desde el IAA indican que "cualquier forma de vida de Proxima b podría continuar evolucionando mucho después de que nuestro sol haya muerto".

Que todavía quedan millones de cosas por descubrir en el Universo está claro, y en eso consiste la fascinación del trabajo de estos investigadores. "Muchas veces descubrimos un planeta pero no sabemos por qué está allí". La pregunta de si existirá vida extraterrestre, es inevitable. "Todas las estrellas tienen su planeta y hay miles de estrellas, por probabilidad la vida tiene que existir", indican. ¿Vértigo o miedo? Ninguno para los científicos. "Es como si nos diera miedo mirar por la ventana", dicen sonriendo.

Imposible evitar la otra pregunta de rigor que suele hacer cualquier persona no experta en este tema, si llegará el día en que vivamos en otros planetas diferentes a la Tierra. Desde el IAA están prácticamente seguros. "Hay un proyecto apadrinado por Stephen Hawking donde se está invirtiendo mucho dinero para desarrollar unos microchips de un gramo que quieren impulsar con láseres desde la Tierra para que lleguen a Proxima b. Creen que en 20 años se podría desarrollar la tecnología y una vez que lancen estos microchips, estas mininaves podrían llegar en 20 años, con lo que en 50 años podríamos estar allí, no nosotros, pero sí nuestras cámaras".

Lo que continúa siendo un gran misterio es el origen, cómo se configuró el Universo. La certeza, volviendo a la Tierra, es que en el Instituto Andaluz de Astrofísica se hace astronomía super puntera y siempre que se produce un descubrimiento hay científicos de este centro implicados. "Aquí se hacen cosas muy buenas y hay grandes profesionales, pero a la ciudad no le interesa, no ocurre como en Tenerife que todos se alegran de los logros", señalan con pena.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios