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Su legado centenario seguirá cumpliendo años en Granada

  • La ciudad que le vio nacer cuenta con el mejor regalo que Ayala ha podido hacerle: albergar en la sede de su Fundación un extenso archivo engrosado a base de continuas donaciones que permitirá que su obra siga viva

Nunca tuvo dudas al respecto. Una vez que el 10 de octubre de 1998 se constituyó en Granada la Fundación Francisco Ayala, que hace tres años se estableció para siempre en el palacete Alcázar Genil, el escritor se desprendió de buena parte de su legado en sucesivas donaciones.

Lo hizo sin contemplaciones: "No me desprendo de estos objetos, los deposito en mejores manos que las mías, que son muy vacilantes. Van a la Fundación, que funciona maravillosamente bien", dijo Ayala en diciembre del pasado año con motivo de su última donación: más de 2.000 documentos de su archivo personal que pasaron a formar parte de la Fundación.

Una institución cuya sede inauguró el autor de La cabeza del cordero el 19 de marzo de 2007. El palacete de Alcázar Genil, al sur de Granada, junto al río Genil, ya fue designado como la sede a comienzos de 2006, si bien tuvo que pasar por un periodo de reformas y de adecuación a su nuevo uso.

Ya en su primer año de andadura en la capital granadina, buena parte del legado documental y bibliográfico del escritor fue quedando depositado en la Fundación. El 31 de mayo de 2007, el escritor entregó 1.325 bienes: parte de su biblioteca, recuerdos personales y hasta su primera máquina de escribir.

La Fundación Francisco Ayala recibía así de manos del propio escritor la primera parte de su legado, un centenar de libros, en su mayoría primeras ediciones dedicadas por sus autores, amigos personales de Ayala, como Borges, Guillén, Alberti, Cortázar o Aub, entre otros.

En el palacete Alcázar Genil de la capital granadina, la consejera de Cultura de la Junta de Andalucía, Rosa Torres, formalizaba ante el notario Luis de la Higuera la aceptación por la Consejería de la primera parte del legado, que incluía también objetos de especial valor simbólico como la citada máquina de escribir.

La Fundación recibió también los títulos académicos originales de Ayala, el de Bachillerato en el Instituto de Granada y los dos de licenciado y doctor en Derecho, expedidos en Madrid durante la República, el segundo de ellos firmado por Fernando de los Ríos como Ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes.

Además, recibió un cuadro de Miguel Rodríguez-Acosta (Premio Miguel de Cervantes) y una estatuilla de Joan Miró (Premio Príncipe de Asturias), entre otros objetos conmemorativos de premios o distinciones, así como algunos objetos personales como cartas dirigidas a él por personalidades como Jorge Guillén y Albert Camus y una colección de fotografías.

Según recogió Efe, la última de las donaciones que Ayala dio a su Fundación fue el 3 de diciembre del pasado año. El escritor donó más de 2.000 documentos, vinculados tanto a su labor literaria como a su correspondencia, apariciones en prensa y contratos con editores, que constituyen un valioso material para profundizar en la rica trayectoria del autor. Una donación que fue ratifica por el granadino, minutos antes de que comenzara en su casa una reunión del Patronato de la Fundación.

Entre los documentos donados figuraban también fotografías, carteles, discursos inéditos, entrevistas, programas de actos a los que asistió Ayala, todos ellos imprescindibles para establecer la cronología del escritor, y trabajos sobre la obra del narrador y ensayista granadino, algunos de ellos no recogidos en libros.

Tal como recogió entonces este diario, la profesora Rosario Hiriart donó también a la Fundación cerca de 900 minutos de grabaciones con el Ayala más lúcido. El material, grabado en los Setenta, muestra la voz del escritor "con un inconfundible acento porteño fruto de su etapa en Buenos Aires", según relataba entonces la propia Hiriart.

En aquel acto, además, se anunció que ese año Ayala completaría la donación de su archivo personal con una nueva entrega, que, al igual que la ratificada entonces, será catalogada y digitalizada.

No en vano, el Ministerio de Cultura, la Fundación Francisco Ayala y el escritor suscribieron el pasado julio un convenio de colaboración con el fin de describir y reproducir en soporte digital los documentos que se custodian en el archivo de la Fundación.

Fotografías, cartas, contratos o conferencias son algunos de los 3.000 documentos integrados en el archivo de la Fundación Francisco Ayala que serán digitalizados con destino al Centro de la Memoria Histórica, en Salamanca, para la consulta de investigadores por su gran valor documental.

La ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, y el escritor Francisco Ayala, suscribieron este convenio de colaboración con el fin de describir y reproducir en soporte digital los documentos que integran en Archivo de la Fundación Francisco Ayala.

Según el acuerdo suscrito, Cultura asumirá el coste de proyecto por el que se digitalizarán estos fondos, que generarán alrededor de 20.000 imágenes de las que se harán dos copias. Una viajará a Salamanca para su custodia y consulta de investigadores en el Centro Documental de la Memoria Histórica, mientras que la otra permanecerá en la propia fundación.

González-Sinde destacó entonces que los fondos documentales de Ayala son "importantísimos" para la memoria de España y por tanto deben estar custodiados en Salamanca junto con otros valiosos documentos institucionales sobre la guerra civil, el exilio y la transición.

"La verdad se encuentra en muchas ocasiones en la experiencia personal y la percepción subjetiva de quienes vivieron en primera persona toda esa época", subrayó la ministra, que agradeció la "generosidad" del escritor "al abrir sus notas y regalarlas a todos los españoles" como testimonio de la transformación de España.

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