¿Otra vez viene El Barrio? Es la pregunta que hacen los que desconocen el tirón de José Luis Figuereo Franco. Pero el cantautor gaditano pasa por ser el protagonista de los sueños húmedos de los promotores de conciertos del país. Como prueba, esta noche vuelve al Palacio de Deportes (22 horas) menos de un año después de su última actuación. Y lo hace, de nuevo, con un llenazo asegurado.

-A este ritmo de conciertos, ¿las ojeras con las que aparece en el escenario son pintadas o ya no necesita maquillaje?

-No, las ojeras siguen siendo pintadas. A pesar de que la gira es larga la verdad es que no está siendo demasiado agobiante y tengo bastante tiempo para descansar entre bolo y bolo.

-A estas alturas de gira, seguramente tiene ya un puñado de nuevas canciones en la mente para un nuevo trabajo... De ser así, ¿qué tono respiran?

-Tiene razón, ya tengo varias canciones muy adelantadas y tienen muy buena pinta. En el próximo disco se va a ver el lado más flamenco de El Barrio.

-¿Cuál es la canción de 'Duermevela' con la que ha dado más en el corazón del público?

-A mí personalmente la que más me gusta es Como llora el amor, que es la que representa más la esencia de El Barrio y al público creo que también le ha gustado. Mi amor o Crónicas de un gay también han calado mucho en la gente que me sigue.

-¿Cómo se lucha contra la rutina tras tantos años?

-Yo he sido siempre músico y no he sabido nunca hacer otra cosa que música. Además, en los últimos años he tenido la inmensa suerte de contar con el apoyo de mis fans, que llenan todos los conciertos. Así es difícil que se pierda la ilusión. Disfruto con lo que hago y además le gusta a la gente.

-Sabina tuvo que recurrir a Benjamín Prado para escribir porque decía que estaba en una etapa de felicidad doméstica que no le venía bien para escribir. ¿Necesita usted estar 'tirado' `para escribir canciones o tiene experiencias suficientes como para no recurrir a los desamores de sus amigos?

-Yo para inspirarme recurro a todo lo que veo a mi alrededor, ya sean experiencias mías, de amigos o de gente que no conozco de nada. Desgraciadamente, el mundo está lleno de problemas, la gente también y eso es fuente de inspiración para mí. De momento no tengo los problemas que tuvo Sabina.

-¿Cómo ve a los barrieros desde el escenario? ¿Nota cambios en su público?

-Los veo igual de entregados que siempre, en todo momento preparados para pasárselo bien y apoyarme a muerte. Sin ellos no sería nadie.

-¿Le ha tentado alguna vez dejar los pabellones y hacer conciertos algo más acústicos, más íntimos?

-Dentro de esta misma gira hemos hecho espacios más pequeños como auditorios y teatros, pero el espectáculo ha sido el mismo que en espacios grandes. Aunque la gente esté sentada siempre acaban cantando de pie.

-¿Es la envidia de sus compañeros que se dedican al flamenco puro? ¿Qué relación mantiene con ellos, qué problemas le cuentan?

-No tengo ni idea, habría que preguntarles a ellos. la verdad es que no estoy demasiado en contacto con los flamencos. Yo les respeto y ellos me respetan a mí.

-Me cuentan que en las fiestas flamencas es bastante tímido, que le cuesta cantar cuando está con otros artistas.

-Tampoco es así, me gusta cantar si el momento lo requiere. Es cierto que soy tímido, pero en muchas ocasiones me he arrancado. Tenga en cuenta que soy de Cádiz.