El patio político

Guillermo Ortega

El último patio

LO cantaron La Granja, un grupo de finales de los ochenta que ya casi todos han olvidado: "Sabes que siento hablarte en clave extraña, siento que no entiendas la canción". Este artículo es premeditadamente críptico. Más a menudo de la cuenta, los periodistas escribimos para nosotros mismos.

A todos nos gustaría pensar que las cosas son eternas, pero en el fondo también somos conscientes de que tenemos un reloj encima de la cabeza que va marcando las horas. Llega un punto, por esto o por lo otro, en que empezamos a escuchar un tic-tac que revela que está ahí.

Y entonces es posible que nos asalte la sensación de que hemos entrado en una vía muerta, que somos un tren que en un momento dado, inevitablemente, llegará al tope. Y ya está.

O no. Puede que esa vía muerta, por circunstancias misteriosas, conduzca a un camino inédito que te veas impelido a seguir, siquiera por curiosidad. Dice un amigo que para darle rimbombancia a una frase no hay nada como aplicársela a un chino. A un chino, o quizás a un japonés, se le atribuye eso de que en la crisis se debe ver un escenario (horrible palabreja, debería haberla evitado) para las oportunidades.

Vaya usted a saber. En estos momentos no estoy en eso, sino en aplicarme lo que muchas veces me he dicho, recuerdo que alguna vez lo hice aquí mismo: no conceder ni un minuto de mi tiempo a los mezquinos, mantener esa cosa que no sé muy bien para qué sirve y que llaman dignidad, procurar no perder el sentido del humor hasta dos minutos después de haberla palmado y vivir, sobre todo vivir, que tampoco sé muy bien qué significa pero que intuyo que es algo parecido a saborear eso que Francesco Piccolo ha dado en bautizar como "momentos de inadvertida felicidad". El reloj hace tic-tac, así que por fuerza cada vez quedan menos. Desaprovecharlos sería de idiotas.

Recuerdo que un día pensé que un buen epitafio para mí sería éste: "A veces fue un placer". Escribir estos patios siempre lo fue. Suyo que lo es...

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios