HAn pasado tres meses del desencuentro protagonizado por el alcalde de Granada, José Torres Hurtado, y la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, por las distintas interpretaciones del protocolo en la entrega del Premio Internacional de Poesía Federico García Lorca. Hasta el día de ayer no había coincidido en ningún acto público el regidor de la capital con la responsable del Ejecutivo autonómico. El clima fue distendido. De hecho, Torres Hurtado agradeció públicamente la visita de Díaz a la ciudad de la Alhambra en el acto de inauguración de la Escuela de Comercio de Covirán. Problema solventado, otra cuestión son los viajes a nuestra provincia de la sucesora de José Antonio Griñán. En ocho meses ha venido ya más veces que el propio Griñán. Otra cosa es que la mochila que traiga esté cargada. Al menos de propuestas reales y efectivas, no. Eso sí, con los granadinos se deshace cada vez que se cruza con alguno de ellos pero se echa en falta el anuncio de alguna medida que afecte de lleno a esta tierra. Asunto de estudio también en su 'miedo' a dar la cara ante los medios.