LA presidenta del Círculo de Empresarios se ha disculpado tras el escándalo de sus indignantes declaraciones en las que aseguraba que los llamados ninis, "no valen para nada" y que "había que sacarlos del limbo en el que viven". Se quejó de que el salario mínimo obliga injustamente a pagarles más de lo que cuestan y afirmó que todos compramos cuando lo que se nos ofrece es a precio razonable. Alguna laguna debe tener la señora Oriol en sus principios morales cuando de sus manifestaciones se deduce que el trabajo de un ciudadano en pleno siglo XXI es como los saldos y restos que se amontonan en el departamento de oportunidades de unos grandes almacenes.

Aunque no sé si hubiera sido mejor que no se disculpara. Sobre todo tras escucharla decir, no sé si algo sorprendida de su descubrimiento, que todas las personas tienen dignidad y valía. Un principio que creía universal ya que a mí me lo inculcaron mis padres y después me lo remacharon los maristas en mis años colegiales.

Ningún parado debería preocupar más que otro. Todos tienen una historia personal, una familia y la frustración de un futuro truncado, al menos temporalmente. Pero es cierto que un país con la mitad de sus jóvenes en paro, debe afrontar ese gravísimo desequilibrio económico y social de modo inmediato. No hay que buscar chivos expiatorios a los que responsabilizar del problema sino analizar que hicimos mal y que debemos evitar para que se repita. Así a vuelapluma, recuerdo que durante la burbuja miles de estudiantes dejaron las aulas para trabajar en la construcción, el turismo o el comercio. Salarios interesantes para los que no se exigían estudios ni idiomas.

La responsabilidad de esa decisión es de quien la tomó pero algo hay que reprochar también a quienes alimentaron la burbuja y a los que entonces no exigían la formación que ahora tanto reclaman. Demasiados de esos jóvenes no han superado la ESO. Y debería resultar extraño ya que es la educación obligatoria. ¿No tienen nada que decir los responsables de la política educativa? Y si carecen de formación suficiente será porque se desaprovecharon los fondos europeos. Dónde fueron algunos millones y por qué no hicieron su trabajo los controladores lo están investigando los jueces, que no hubo política de formación es una evidencia. Así que, aparte de los ninis, hay más responsables de esta situación que también han estado unos cuantos años disfrutando del limbo.

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