Quosque tamdem

luis Chacón

Alcalde Stubbs

COMO se habla tanto de cambiar la ley electoral para elegir de modo directo a los alcaldes me gustaría contarles la historia del de un pueblecito de Alaska llamado Talkeetna. Hace diecisiete años que míster Stubbs llegó al poder y casi desde ese día es el regidor más popular de los EE.UU. Sus vecinos cuentan que se preocupa del pueblo, es fiel a su gente, visita a diario los diversos negocios y, en estos tiempos de crisis, no ha subido los impuestos ni un solo centavo; no interfiere jamás con las empresas y no ha sido, ni remotamente, señalado por nadie en asuntos de corrupción. Parece envidiable pero no todo es perfecto; hay que reconocer que tiene alguna que otra costumbre algo excéntrica como pasearse desnudo o sestear en el parque. Claro que poco antes de acceder a la alcaldía su casa era, literalmente, una caja de cartón.

Aunque el bipartidismo estadounidense es muy flexible, es normal encontrar candidatos independientes en la política municipal. Así, en 1997, un grupo de vecinos -convencidos de la incapacidad de los candidatos de siempre para solventar sus problemas- decidió impulsar una candidatura-protesta encabezada por el tal Stubbs, un desconocido que dormía entre cartones.

Dicen que las próximas municipales pueden dar un vuelco al mapa político español y que el hartazgo ciudadano ante eso que ahora llaman la casta podría abrir las puertas de los consistorios a candidatos marginales y estrafalarios. De ahí la idea de reformar la ley electoral. Pero no sabemos cuál es el procedimiento propuesto o cómo quedaría el reparto de competencias entre alcalde y pleno o si serán posibles las mociones de censura. Y estos sólo son algunos de los detalles que habría que estudiar antes de acometer una reforma de tal calado. El PP habla de regeneración y la oposición le acusa de hacerse una ley a medida para conservar el importante poder municipal que ostenta. Otros en cambio, sin obviar la sensación de cierto ventajismo por parte del gobierno, ven la idea con buenos ojos y la defienden como una forma de acercar la política a la sociedad. Veremos.

Míster Stubbs es un claro ejemplo del líder nacido del hastío ciudadano; alguien que apoyado por los propios vecinos da una lección a las grandes formaciones, ancladas en un bipartidismo forzado e ineficiente. Aunque creo que olvidé decirles algo importante sobre el nivel de hartazgo en Talkeetna: Stubbs es un gato callejero.

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