Singladuras

alfredo Asensi

Metafísica del bucardo

EL bucardo es y no es, está y no está, es un conjunto de células conservadas desde hace tres lustros, el bucardo resucitó y volvió a morir y lo quieren intentar de nuevo, la desextinción, sobrecogedor concepto, la comunidad científica debate qué hacer con el bucardo, células de hembra vieja y enferma, de cabra que hasta tuvo nombre humano, Celia, y murió en una Navidad, bajo un árbol pirenaico el último cadáver de la especie, linaje montés asediado por la caza, liquidado por el hombre, Celia en Ordesa como la vertiente caprina de un relato de Richard Matheson, la cabra anciana y débil en su posapocalipsis, en una soledad radical, lenta cabra ibérica de los nortes, bucarda precaria en su épica ecológica y premortal, la resucitaron, a Celia, a través de una cabra común, pero duró poco, malformada, y ahora la reivindicación de nuevos intentos viene mayormente por vías cinegéticas y económicas, de una encrucijada de intereses y factores científicos, biológicos, éticos y dinerarios saldrá el futuro de la muerta Celia, cabra de vidas en el incierto protocolo de los tiempos, pudor de cabra en el complejo de la biodiversidad, hay una clave de futuro, un epígrafe decisivo que está en esta historia del bucardo, en esta ciencia ficción de ayer que hoy es realidad bucarda, un poema del ser en escalas de existencia con intervalo de inexistencia, hay un regreso a filosofías primarias y a inquietudes eternas y una articulación de nuevos desafíos y nuevos miedos, la vida es un miedo a plazos, qué es vida y qué es muerte en la dimensión de lo reversible, la cabra en su miedo final, en la urgencia del último frío, Matheson escribió I Am Legend como pudo escribir I Am Bucardo, John Donne vino a decir en un poema que lo perfecto es lo que no puede expresarse sino de forma negativa, merece la pena revisar la esfera metafísica de Donne y ese poema sobre El último día de Edward Young, poeta de pensamientos nocturnos, melancólico y apocalíptico, literal o lateral poeta de cementerio, un poco Celia, su tragedia, nos lleva a preguntarnos dónde reside lo terrible en su más perfecta definición, en el pasado o en el futuro, pero ojo, porque lo perfecto es lo que no puede precisarse sino en forma negativa, que lo dejó escrito, en un poema sobre el amor, Donne.

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