TRAS la decisión del Consejo de Ministros del viernes, los Ayuntamientos van a tener que centrarse en mejorar los parques y jardines de todos los municipios a la vez que los fabricantes de ropa de bebé, carritos, leches infantiles y demás atalaje para neonatos, una vez que han agotado las reservas de champaña celebrando la medida, se disponen a ampliar fábricas, planes logísticos y redes de distribución.

Fue enternecedor ver a la ínclita ministra de Empleo desgranar unas medidas que, en sus propias palabras, no sólo reconocen la contribución económica y demográfica de las mujeres que han sido madres sino que promoverán la natalidad de un modo desconocido. Y es que el Plan Integral de Apoyo a la Familia hará que la pensión de jubilación de las féminas que hayan tenido dos hijos, mejore en un 5%, un 10% en el caso de tres y -¡asómbrense!- un 15%, si fueron cuatro o más. Imagínense el revuelo que la medida en cuestión ha generado entre las españolas en edad fértil, esas a las que Mónica Oriol, presidenta que fue del Círculo de Empresarios, era reacia a contratar por su capacidad de procrear.

Me faltan las palabras para narrarles la ilusión con la que las jóvenes han susurrado a sus novios su inmediato deseo de convertirse en madres. Me narran tiernas escenas en las que chicas con contratos temporales a tiempo parcial convencen a su pareja con el argumento incontestable de que dentro de medio siglo y teniendo en cuenta sus circunstancias actuales, podrán asumir sus gastos médicos con ese plus en la pensión, que dada su licenciatura en económicas, han calculado y si nada mejora, suponen mínima.

Aún así, la medida tiene algún problemilla como la escasez de guarderías públicas, la falta de ayudas fiscales y otras cuantas minucias útiles para criar a un hijo. Pero supongo que el gobierno implementará -expresión muy de político- líneas de financiación con el ICO, a cincuenta años y tipos muy bajos que podrán pagarse con el dineral de la mejora anunciada. Lo que es evidente es que no va a haber una sola mujer que tras leer la medida en el BOE no sienta la llamada de la maternidad. Con este tipo de medidas imaginativas y de efectividad inmediata, el gobierno va a conseguir en un par de años que nuestros parques estén atestados. Así que me voy a bajar con el periódico a fumarme un pipa sentado en un banco, antes de que legiones de jovencitas lo inunden de cochecitos de bebé.