A la sombra de los olmos

José / Martínez / olmos

La crisis no ha acabado

PARA hablar de pobreza, desigualdad y precariedad social con datos que no sean discutibles por el Gobierno del PP, basta con extraer de la página web de Cáritas (caritas.es) información y datos de sus documentos oficiales; todos están disponibles para quien quiera consultar. Con la realidad descrita en esos informes y con un paseo por cualquiera de las grandes ciudades de España, es evidente que la crisis económica y sus devastadoras consecuencias no han acabado aún en nuestro país.

Entre los elementos destacables de la información que aporta Cáritas me llama poderosamente la atención algo que en alguna ocasión he comentado en esta columna de los sábados: que hay muchas familias que ni trabajando llegan a fin de mes. Cáritas señala que el 14% de los trabajadores españoles no obtienen los ingresos mínimos para subsistir. Por eso, coincido con una afirmación que ayer nos trasladaba Almudena Grandes desde las ondas de una emisora de radio de alcance nacional. Decía que si un salario no basta para excluir a una familia de la pobreza, que nos sigan hablando de recuperación es un fraude. A ello, yo creo que hay que añadir que el fraude empeora al analizar el caso aquellas personas y familias que no tienen una garantía de ingresos por ningún sitio.

Es por eso que, en mi opinión, las próximas elecciones de diciembre son y deben ser una oportunidad para la articulación de medidas dirigidas a la eliminación progresiva de las graves situaciones de desigualdad, pobreza y exclusión que hay en España. Una oportunidad para desenmascarar los discursos alejados de la realidad y construidos para dibujar un escenario idílico de crecimiento económico que supuestamente nos llevará a la felicidad y al bienestar eternos.

Creo en la política. Pero la política en la que creo es aquella que tiene un enfoque basado en la verdad y orientado a luchar contra la pobreza, la desigualdad y el dominio del fuerte sobre el débil. Es por eso que esta realidad lacerante que describen los sucesivos informes de Cáritas así como otras ONG y organismos oficiales, debe impregnar el debate sobre la política económica y social que debería desarrollarse en España en la próxima legislatura.

La crisis no ha acabado. La crisis económica que sufre nuestra sociedad es consecuencia no sólo de los errores propios de nuestra política económica, sino también de la globalización de la economía en ausencia de normas y de gobernanza global, entre otras razones. Trabajemos para que el marketing electoral no impida analizar la realidad, darla a conocer y cambiarla tras el 20 de diciembre con el apoyo de la mayoría de los ciudadanos. Que sea una campaña electoral para actuar frente a los problemas de la gente con más necesidades.

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