Editorial

El PP necesita una urgente renovación

LA renovación en los cuadros de mando del PP se antoja tan obvia como necesaria. De puertas hacia fuera, los populares mantienen la cohesión con sus líderes, pero cada vez se palpa más en el ambiente el desapego de la sociedad en general y la tensión interna en particular. Buena parte de culpa la tienen los resultados electorales cosechados en los últimos comicios y la proliferación de los escándalos de corrupción que salpican de lleno al partido conservador sin dar tregua. Lejos de remitir, las investigaciones judiciales van a más cada día que pasa y ya no se sabe qué es peor, el calado de las operaciones policiales y los delitos que se señalan, o la falta de iniciativa de la dirección popular para poner coto y dejar claro que quien la hace, la paga. Como es lógico, todo ello dificulta muy mucho las escasas opciones de Mariano Rajoy a la hora de ser investido como presidente del Gobierno, más allá de cualquier cábala, y en el hipotético caso de que el líder socialista Pedro Sánchez fracasara en su aventura de la búsqueda de un pacto que por otra parte también es más que complicado, a la vista de las exigencias de Podemos y de los independentistas.

Al optar por declinar la invitación del Rey para buscar los apoyos necesarios para su investidura, el presidente del PP -que sorprendió a propios y extraños, empezando por don Felipe- ya eligió una vía más que arriesgada para garantizar su futuro. Su paso al lado facilitó que los socialistas tomaran la iniciativa. Pero por si todo esto fuera poco, desde entonces el cerco judicial no ha hecho más que estrecharse ante el PP. Este jueves saltó a la opinión pública la enésima operación policial que afecta al PP, en este caso de Madrid, en el marco de una investigación por presunta financiación irregular. Como viene siendo habitual, ningún dirigente popular asumió la responsabilidad o cuanto menos ofreció las explicaciones oportunas. De seguir así, Rajoy no sólo tendrá difícil su investidura, sino continuar al frente del PP. Y está claro, en cualquier caso, que su partido necesita una urgente renovación.

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