EL Día de la Mujer ha dado alas a la estulticia política hasta alcanzar las más altas cotas de la penuria intelectual. La palma, sin duda alguna, se la ha llevado la alcaldesa de Barcelona, que en su afán por imponer el lenguaje igualitario ha celebrado un Donanatge -Mujeraje en español- pues según la ilustre lingüista Colau, el clásico Homenaje tiene connotaciones machistas. Sumen a ello los semáforos con falda de Valencia, el cambio de nombre del Congreso de los Diputados y todo el catálogo de bobadas para, según sus autores, igualar a hombres y mujeres por la vía de la pamplina y entenderán por qué la política y el circo disfrutan de tantas similitudes.

Esta heroica kermés de ira fingida y salón de plenos me ha recordado aquella fiebre de la corrección lingüística que nos vino de los Estados Unidos y que impedía llamar negro a un negro, gordo a un gordo y tonto al que lo fuera. Aún me provoca risa recordar el desopilante libro de Jamen Finn Gardner -Cuentos infantiles políticamente correctos- en el que Blancanieves era acogida por siete personas con disfunciones en el sistema hormonal del crecimiento, la mayoría de las protagonistas no tenían madrastra, procedían de un hogar desestructurado y Caperucita, ante la advertencia del lobo sobre los peligros del bosque, le respondía con una frase tan genial que no puedo dejar de reproducir: encuentro esa observación sexista y en extremo insultante, pero haré caso omiso de ella debido a tu tradicional condición de proscrito social. Esa es mi niña, pensarán las Colaus de España.

Olvidan estos dictadores del lenguaje que los idiomas son entes vivos que sus propios hablantes moldean ad libitum. Y si ningún letrado advierte al pescadero que otrosí le ponga un cuarto de boquerones, ni los químicos piden en los bares zumo de uva fermentado, nadie va a llamar a todos y a todas para organizarle un mujeraje a la abuela.

Aún así, si la señora Colau y sus conmilitones quieren adentrarse en el bosque del ridículo para confraternizar con el proscrito social del lobo de Caperucita les insto a organizar y lo escribo para que lo entiendan, Ovularios Divulgativos, pues Seminario adolece de origen genital y machista, a lo largo y ancho del Estado Español, para que todos y todas, henchidos de progresismo igualitario instauremos una forma alternativa de sociedad donde gobierne la gente y vivamos felices para siempre y hablando un correcto femiñol.