Cambia, todo cambia

Alberto Matarán

'Dimitir' no era un nombre ruso, ¿o sí?

DIMITIR' no es un nombre ruso, sino una forma de asumir la responsabilidad por la gravedad de las sospechas sobre ciertas personas, las que dimiten y sus superiores jerárquicos. De esta manera Pepe Torres e Isabel Nieto han dejado el Ayuntamiento días después de ser detenidos e imputados, mientras que el tercer dimisionario municipal, Sebastián Pérez, todavía se enroca en su cargo de senador (y por lo tanto, aforado), como está haciendo Rita Barberá. Curiosamente también se mantiene en la presidencia del PP dejando a este partido inhabilitado, no solo para gobernar la ciudad de Granada, sino para entablar un diálogo que pretenda alcanzar acuerdos en esta línea. En Valencia, donde todo el grupo municipal del PP en la capital ha sido imputado, la podredumbre es tan inmensa que llegaron a pedir su ilegalización. Yo no sé si debemos llegar tan lejos, pero una limpieza a fondo sí es urgente por el bien de todos los españoles, no solo de los que votan al PP.

A estas alturas ya sabemos el modus operandi que se está investigando en casi una decena de proyectos urbanísticos de nuestra ciudad: aparentemente, se trataba de una política basada en el expolio de lo público y en la impunidad, que al menos ahora parece haberse terminado. Supuestamente, los privilegios con los que se 'premiaba' a algunos constructores amigos del partido eran devueltos de formas diversas, algo típico de los casos de corrupción que conocemos.

El modelo de ciudad alentado por nuestros gobernantes ha favorecido decididamente el desarrollo de la corrupción. Esta forma de expoliar los bienes comunes se ha aliado con el crédito fácil, la debilidad institucional, y el dinero negro de orígenes diversos e ilícitos como su propio nombre indica. Por lo tanto, en Granada urgen otras maneras de hacer ciudad, tanto respecto al urbanismo, como respecto a otras políticas locales que incidan en los problemas reales de la gente: paro, exclusión social, movilidad...

Una cantidad creciente de municipios está trabajando ya en estas necesidades. A pesar de la enorme deuda y de las restricciones del austericidio que los atenaza, están consiguiendo logros sustanciales, tanto de disminución de esta deuda simplemente evitando el derroche del régimen anterior, como de transformación de la realidad cotidiana en relación con los desahucios, los cortes de suministros o la recuperación y mejora de los servicios públicos. Un buen ejemplo es Atarfe, donde el Ayuntamiento ha conseguido remunicipalizar el servicio de ayuda a domicilio a pesar de que la mala gestión y los casos de corrupción han dejado a este municipio casi en bancarrota.

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