El termómetro

ENRIQUE NOVI

Ánimo, valiente

TÚ que sabes escalar las montañas, y los más altos despachos; que recorres los caminos con paciencia; que conoces toda España; Tú que sabes lo que fueron las mordidas del 3%; eres de la resistencia, el cuchillo entre los dientes, ánimo, valiente. Tú, que has hecho tanto por la regeneración democrática, que te creces cuando estás entre la gente; la voz de tu generación, la salvación y la esperanza, más que Quijote, Sancho Panza; más que un dios, un peso en la balanza. Ánimo, valiente.

Me permito usar, haciendo unas ligeras modificaciones, la letra de la canción Ánimo, Valiente del grupo León Benavente para dedicarla a Albert Rivera y sus secuaces, los negociadores de C's. Gracias a ellos los pecados del PP han quedado enjugados, así, con un chasquido, en un abrir y cerrar de ojos. Los que habían venido con sus trajes impolutos a regenerar la democracia han tardado dos días en mostrarse comprensivos con los deslices que hasta antes de ayer les parecían imperdonables, merecedores de la inhabilitación. Los fraudes, la malversación, el tráfico de influencias, el nepotismo, la prevaricación, el cohecho… desde que se han puesto a delimitar el punto de corte la intransigencia ha mutado en comprensión, y las afirmaciones taxativas se han vuelto demagógicas en pos de la más justa casuística. ¿Alguien en la sala a quién le extrañe? ¿Algún ingenuo al que le haya sorprendido este vertiginoso viraje de los Girauta, los Villegas, los Garicano?

La penúltima decepción de los indignados, la penúltima maniobra del poder fáctico para neutralizar lo poco que quedaba del espíritu del 15M se produce, una vez más, delante de nuestras narices (aunque con la nocturnidad del mes de agosto). Porque del PP ya nadie puede esperar nada, y por eso no pasa de la anécdota que lo que hizo Sánchez, aceptando el encargo del Rey para formar gobierno sin tener los apoyos, era un teatrillo y una irresponsabilidad, pero cuando lo hace Rajoy es por sentido de estado; por eso las 2 semanas que concedió Patxi López al mismo Sánchez era un tiempo excesivo pero un margen de tiempo superior, sin definir los límites, como ha hecho Ana Pastor, es normalidad democrática; por eso era 'gravísimo' (R. Hernando dixit) que López fijara el debate de investidura a las 4 de la tarde pero es 'lo lógico' si lo hace Pastor.

Así que, repito, nadie espera ninguna decisión noble del PP, pero de C's, hasta hace un par de días, uno -qué ingenuidad- esperaba al menos genuina actitud de regeneración. Ahora vemos que su función, aquella que le hizo al Presidente del Banco de Sabadell pedir un 'Podemos de derechas', era la de absolver al PP. Así que, ¡ánimo, valientes!

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