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José Antonio / Montilla

El comité federal

TRAS las elecciones de hoy en el País Vasco y Galicia, las miradas políticas virarán al comité federal del PSOE del 1 de octubre. Y no porque vaya a explosionar el conflicto interno pues la sangre no llegará al río, sino porque Pedro Sánchez planteará la búsqueda de un gobierno alternativo, pese a las reticencias de buena parte del partido. A mi juicio, es algo que debería haberse hecho justo después del fracaso de Rajoy en la investidura. Una vez que el líder del primer partido no ha conseguido ser investido, el del segundo debe iniciar las negociaciones para formar gobierno.

Las dificultades para que Pedro Sánchez sea investido son, obviamente, mayúsculas; mayores que en la anterior legislatura. Como entonces, sólo es posible un acuerdo a tres, con Ciudadanos y Podemos. Resulta una quimera intentar la investidura con quienes cada día dan un paso más en un proceso unilateral para independizarse de España, aunque se les llame nacionalistas para hacer más digerible un posible pacto. Por tanto, Pedro Sánchez sólo puede plantear un acuerdo de investidura a Podemos y Ciudadanos a partir de una serie de pactos de mínimos aceptables por ambos. Estamos viendo que la actitud de los nuevos partidos no es precisamente favorable pero alguna rendija siempre existe. Podemos sabe que su actuación en la anterior legislatura, ofreciendo a Rajoy una segunda oportunidad en lugar de investir a Pedro Sánchez, tuvo un coste electoral. Ciudadanos, por su parte, ya suscribió un amplio acuerdo hace pocos meses por lo que se trata de plantearle de nuevo lo ya pactado.

No obstante, es probable que esta iniciativa fracase. Iglesias puede no estar dispuesto a aceptar que la posición de Errejón se imponga a la suya y Ciudadanos quizás no se atreva a aparecer junto a Podemos. Esto también debería analizarse en el Comité federal del PSOE: ¿Qué hacer si Pedro Sánchez no consigue formar gobierno? En ese caso, sólo hay dos opciones: abstenerse para que gobierne el PP o ir a unas terceras elecciones. A mi juicio, deberían acordar que en cualquier caso va a evitarse un nuevo proceso electoral, por respeto a la ciudadanía. No se trata de negociar la abstención sino de pasar a la oposición, una vez que no se ha conseguido formar gobierno tras haberlo intentado. En la oposición no se tiene la misma capacidad de impulso político que desde el Gobierno. No obstante, con la aritmética parlamentaria actual los acuerdos puntuales de PSOE, Podemos y Ciudadanos pueden permitir el desarrollo desde la oposición de un programa alternativo de política social y regeneración democrática.

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