Cambia, todo cambia

Alberto Matarán

Manual para revertir la fusión hospitalaria

EL pasado domingo, como muchos preveíamos, se demostró que somos mayoría quienes apostamos por que en Granada haya dos hospitales completos en lugar de dos medios hospitales. Ante las contradicciones y el enroque de quienes gobiernan la Junta de Andalucía, aporto este sencillo manual de 4 pasos para revertir la fusión hospitalaria, espero que sea de utilidad.

1. Certificar la voluntad política de atender a las demandas ciudadanas ante la fusión hospitalaria. Después de una manifestación de decenas de miles de personas, quienes gobiernan no pueden decir que no se va a rectificar. Aunque ya se ven fisuras importantes en esa postura, debe quedar claro que vamos a recuperar la idea inicial de los dos hospitales para poder ir al paso 2.

2. Tomar medidas urgentes para evitar males mayores mientras se rectifica el modelo aplicado. No se trata de unir los complejos hospitalarios por un pasillo de 8 kilómetros en forma de furgoneta para el personal sanitario como ha hecho esta semana la gerencia del hospital, o en forma de línea directa de autobús como ha querido solucionar el Ayuntamiento el problema de la distancia para los pacientes (que, efectivamente, mucha paciencia deben tener para aguantar esos traslados). Se trata más bien de redistribuir los recursos, sobre todo humanos, para que lo antes posible se puedan atender las especialidades masivas en los dos complejos hospitalarios. Y paralelamente se deben revertir los recortes de personal que se han producido a causa de la fusión hospitalaria.

3. Crear una mesa de diálogo con el personal de la sanidad pública granadina y con los agentes sociales de nuestra provincia donde se traten los problemas existentes y las posibles soluciones. Una parte sustancial de este personal está representada en la Plataforma Granada por su Salud. Desde la sociedad civil ya se ha avanzado mucho, por lo que ya hay un germen de espacio de diálogo, así que es un error que la Junta de Andalucía se haya sacado de la manga un consejo asesor que no representa al conjunto de sentires que se mostraron mayoritarios el pasado domingo.

4. Y para terminar, preguntar y atender las quejas y sugerencias de quienes utilizamos los hospitales públicos (la población entera, en uno u otro momento de nuestras vidas). Y, para ello, dotarse de un órgano de participación ciudadana, directa, sin intermediaciones institucionales; abierta a toda la ciudadanía; y representativa de la misma.

Eso sí, quizás para dar estos pasos la gente sensata de la Junta (que la hay) debería sustituir a los directivos de la Consejería de Salud empeñados en apagar el fuego echando gasolina.

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