Paso de cebra

José Carlos Rosales

Un periódico cierra

DESDE ayer hay un periódico menos en Granada: el diario La Opinión ha cerrado. Y lo ha hecho después de incertidumbres y temores, avisos encubiertos, naufragios y presiones más o menos sin nombre.

El jueves por la tarde se presentó en la sede de ese periódico su Director General de Gestión, Juan Antonio López Ruiz de Zuazo, alguien desconocido para la mayoría de los redactores, y sin apenas titubeo comunicó que ese día era el último día de trabajo, que el periódico del viernes sería el último y que al día siguiente nadie tendría que ir a trabajar. Los trabajadores volvieron al día siguiente para recoger sus cosas (libretas y amuletos, bolígrafos y fotos, carpetas, cachivaches…) y se encontraron con que la sede estaba cerrada a cal y canto. Antes de ese día habían circulado demasiados rumores: el edificio donde se hacía el periódico estaba en venta, el edificio ya se había vendido, de un día a otro se cerraría el periódico, de un día para otro se arreglarían las cosas, ya se sabe, la esperanza es lo último que se pierde. Alguien me lo dijo hace algunos años: los de Prensa Ibérica más que un grupo de información son un grupo inmobiliario, compran edificios, montan periódicos, venden los edificios, cierran los periódicos, se mudan de ciudad, se dejan influir, parece que la información es lo que menos les interesa. No sé si llevaba razón: los asuntos internos son asuntos internos. Sólo sé que hoy hay un periódico menos en Granada. Y Granada es una ciudad muy rara, una ciudad tribal, una ciudad con una inclinación enfermiza al enfrentamiento y a la segregación. En una ciudad así hacen falta matices, zonas intermedias, lugares de encuentro, equidistancia. En una ciudad así hacen falta tres periódicos, de lo contrario todo se queda dividido en dos: lo blanco y lo negro, lo alto y lo bajo, a favor o en contra. Y con tres periódicos sería más fácil encontrar equilibrios, que alguno de los tres se saliera del esquema previsto. Tres periódicos delimitan un plano, con tres periódicos esta ciudad sería más grande.

Alguien se alegrará de que haya un periódico menos en Granada. Yo no. Esa alegría es la alegría de los estúpidos. Y no sólo por la ya apuntado, sino porque con el cierre de ese periódico hay 45 trabajadores (más) que se van a la calle en tiempos de crisis; 45 trabajadores que han sido capaces de sacar un diario a la calle en momentos (demasiados momentos) en los que carecían de una dirección sensata o clara. Ellos son los que más han arriesgado y ellos son los que más han perdido. Ojalá que lleguen pronto a buen puerto. Se lo merecen. Ellos y nosotros.

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