Editorial

La Junta delega en la iniciativa privada

LA provincia de Granada, como el resto de Andalucía, sufrirá un severo recorte presupuestario en las cuentas de la Junta de Andalucía para 2011 hechas públicas ayer. Los 584 millones de este ejercicio quedarán reducidos a 485, lo que supone una merma del 17%. El balance pues es sombrío, por más que el decrecimiento sea una tónica general y no suponga ninguna sorpresa en unas circunstancias económicas muy duras. Para maquillar la rebaja, el consejero andaluz de Educación, Francisco Álvarez de la Chica, encargado de transmitir la mala noticia junto a la delegada del Gobierno andaluz, María José Sánchez, recurrieron ayer a las típicas comparaciones provinciales que, aunque no amortiguan lo sustancial, dan un tinte resignado a la restricción: la reducción porcentual que experimentará el presupuesto en Granada es inferior al 21% de promedio regional. Pero al margen de estas comprensibles matizaciones, el problema que han de resolver las cuentas de 2011 es mucho más arduo: cómo responder a los compromisos políticos adquiridos con un presupuesto menguante. La solución es el recurso a la inversión privada. El PSOE confía, por ejemplo, en que 132 de los 143 millones de euros destinados al Metro sean adelantados por la iniciativa particular y devueltos a plazos por la Administración. En el caso de teatro de la ópera, o el gran teatro, como también se le ha denominado, los presupuestos programan una inversión de 8,2 millones, aunque la aportación directa de la Junta es de poco más de 460.000 euros. La canalización parcial de la presa de Rules, por su lado, dependerá de los fondos Feder. Álvarez de la Chica explicó que este novedoso recurso a la financiación mixta resolverá las apreturas económicas y dará "una oportunidad" a las empresas de Granada deseosas de construir. Cabe preguntarse sin embargo si habrá una respuesta lo suficientemente entusiasta en una época de restricciones para sacar adelante el contenido político del presupuesto, y qué pasará si la reacción es menor. El recurso al dinero privado es bueno. Otra cosa es que sea satisfactorio.

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