Pasarela

La relajada vida de doña Sofía

  • Desde la abdicación de don Juan Carlos, la Reina está centrada en su familia y sus apariciones públicas son escasas. El miércoles asistió en Atenas a las bodas de oro de su hermano Constantino y Ana María.

La reina Sofía ha viajado hasta Atenas para asistir a los actos de celebración de las bodas de oro de su hermano Constantino y Ana María de Grecia. El miércoles por la noche los reyes griegos ofrecieron una cena previa a la celebración oficial. Doña Sofía llegó al Museo de la Acrópolis acompañada de su hermana Irene y se mostró de lo más feliz por reunirse con su familia a quienes se espera que se unan sus hijas doña Elena y doña Cristina. La madre de Felipe VI se mostró de lo más simpática a su llegada, saludando a la prensa con su mejor sonrisa, y una vez dentro no dudó en posar con su familia y disfrutó de la bonita velada. Para la ocasión eligió un conjunto muy alegre y desenfadado compuesto por pantalón y blusón estampados y coloridos con un toque muy primaveral. La elección recuerda a la que llevó en la cena oficial a la que asistió junto a su hijo y su nuera el pasado agosto durante sus vacaciones en Palma de Mallorca. Doña Sofía también eligió estampado floreado, blusón y pantalones. Desde que el rey Juan Carlos abdicase no sólo ha cambiado el ritmo de vida de doña Sofía, también su estilismo. En las pocas apariciones en las que se ha visto a la Reina ha lucido atuendos más informales a los que acostumbraba a llevar cuando era soberana. Lo que no ha cambiado es la elegancia que siempre le ha caracterizado.

La actual vida que lleva doña Sofía también se refleja en su rostro. Desde que en junio doña Letizia ocupase su puesto ella se muestra más relajada y con una sonrisa permanente. Además de por tener una agenda menos apretada su estado de ánimo se debe a que siempre ha sido una persona muy familiar y ahora dispone de más tiempo para disfrutar de los suyos. Sus primeras vacaciones fuera del trono las ha dedicado a estar con sus hijos y nietos. El destino elegido fue Palma de Mallorca, como siempre, pero en lugar de acudir a recepciones, comidas y cenas oficiales doña Sofía solo asistió a una cena de gala benéfica y el resto del tiempo lo ocupó en recibir a sus nietos, llevarlos al curso de vela, ir al cine con su nuera doña Letizia y sus nietas la princesa Leonor y la infanta Sofía, ir de compras con su hija doña Elena o salir a navegar por aguas mallorquinas. La Reina selecciona mucho sus apariciones. Acude sobre todo a actos benéficos, a eventos en los que los amigos son protagonistas o a actividades que tienen que ver con sus gustos. Disfrutó de un concierto que la soprano Ainhoa Arteta protagonizó a favor de la ONG Proyecto Hombre, de la que la Reina es presidenta de honor. También ha protagonizado visitas privadas a instituciones para conocer de cerca temas de su interés como la que realizó a la Universidad de las Islas Baleares para conocer los avances que llevan a cabo en el campo de las enfermedades neurodegenerativas además de viajar a Suiza para visitar a a su hija Cristina y a su familia, manteniendo la relación con su yerno Iñaki Urdangarín . Una vida alejada ahora de la agenda oficial y de los actos protocolarios.

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