Leonor Watling es de esas artistas todoterreno que disfrutan poniéndole al día a día su mejor sonrisa, ya sea como actriz de una peli de Almodóvar o encima de un escenario como cantante del grupo Marlango. Es precisamente esta faceta musical la que la sube ahora a la palestra, con una gira de conciertos reducidos que patrocina Licor 43 y con la que hará una parada en la azotea del hotel Inglaterra de Sevilla el próximo 29 de mayo.

-Con 40 películas a sus espaldas y 10 años de conciertos con Marlango ¿Cuánto hay de cantante y cuanto de actriz en Leonor Watling?

-Qué difícil me lo pones. Tengo la suerte de hacer las dos cosas y las dos necesito hacerlas. A veces pienso que mi vida sería más fácil si eligiera sólo una, pero no puedo. Si me llega un guión que me guste, me emociono y también cuando llegan las fechas de los conciertos... Entre las dos no se parecen en nada, aunque el fin sea el mismo, que no es otro que inventar una historia. Lo uno no quita lo otro, por lo que no te podría decir cuánto tengo de una cosa y cuánto de otra.

-¿Qué fue lo que le despertó la inquietud de subir a un escenario y ponerse a cantar?

-Cuando algo te gusta siempre encuentras la manera de hacerlo. Siempre pongo el mismo ejemplo: al que le gusta jugar al póquer siempre encuentra dónde hacerlo, le da lo mismo que sea en un casino que en casa de un amigo. Tengo la suerte de encontrar compañeros con los que disfruto cada día. Lo de cantar me surgió como una necesidad, no de un pensamiento. Si fuera así, yo misma me habría asustado.

-El mes que viene llega a Sevilla con Marlango para actuar en la gira 43 live the roof. ¿Son este tipo de conciertos íntimos los que más le atraen?

-Cada oportunidad de subir a un escenario es para mí una alegría. Justo antes de cantar en Sevilla lo haremos en México DF a lo grande. Cambia mucho el espacio pero disfruto igual con cada oportunidad. Nos sentimos cómodos en cada escenario. Quizá el público sí le gusta ver a la banda que sigue en conciertos de formatos reducidos porque es en el formato en que se componen las canciones; es entrar en nuestra intimidad.

-Su último disco lleva por título El porvenir. Después de una década en la música ¿Qué le queda por venir a Marlango?

-Todo. Nos hace seguir despertándonos cada mañana con ilusión. En cada escenario aprendes y eso te sirve para seguir trabajando.

-¿Y en España, cómo está el porvenir musical?

-Muy bien. Aunque tenemos que saber diferenciar la industria musical de la música. En España hay gente que hace cosas nuevas, como Izal o Jacobo Sierra y otros que llevan toda la vida sobre un escenario y lo siguen haciendo de maravilla, como Coque Malla o Santiago Auserón.

-En este disco y en el anterior, Marlango dio un giro en su trayectoria al incluir canciones en español. ¿Con qué Marlango se idéntica más Leonor Watling?

-Con los dos. Somos nosotros en ambos estilos, lo que pasa es que lo que vamos aprendiendo lo vamos introduciendo. Es cierto que para mí es más fácil escribir en inglés, pero no se trata de comodidad. También es más fácil estar todo el día en pijama y tumbado en el sofá y no lo hacemos.

-Dice que usted aporta al grupo su parte vitalista y charlatana. ¿Será que le sale su lado más gaditano?

-(risas) Ojalá sea eso, que el contraste entre Cádiz y Cantabria es lo que aporta cada uno de nosotros al grupo.

-La gira lleva por lema Vive tu mejor momento. ¿Está ahora Leonor Watling en su mejor momento?

-Me encanta que nos incluyan en una gira con este lema. No sé si lo estoy pero siempre me gusta pensar que vivo mi mejor momento poque es el que tengo. No hay otro.

-Con Alejandro, la otra mitad de Marlango, ha pasado de la amistad al amor y ahora dice que ambos son como familia. ¿En cuál de estos estados se trabaja más cómoda?

-No sabría decirte. Hay dos cosas que para trabajar no son importantes: la perfección y la comodidad. No interesan para trabajar. No debes buscar la perfección porque es aburrido y frustrante, ni tampoco la comodidad, porque no tiene por qué tener un resultado positivo. Tiene más que ver con seguir teniendo admiración por el otro y mucha complicidad. Y eso lo tenemos, lo que hace que no perdamos tiempo en decirnos las cosas.

-Sé que no le gusta hablar de su vida privada, pero déjeme preguntarle ¿cómo es capaz de mantenerse al margen de la prensa siendo ambos famosos?

-En parte, influye el factor suerte, por cierto agradezco a todos los que no nos siguen, y en parte también porque ese es un juego al que no jugamos y tenemos claro que vivimos al margen.

-¿Y de hijos? ¿Cómo andamos? ¿Le gustaría ampliar la familia o se planta con dos?

-Me planto. Si tuviera diez años menos igual tendría cuatro más, pero ahora no. Las madres de familia numerosa me producen una profunda admiración, sobre todo esas madres de antes que lo llevaban todo para adelante con cantidad de hijos y podían hacerlo todo sin problemas. Y ahora siguen haciendo lo mismo ejerciendo de abuelas.