Raimundo Amador, cantante

"No sé por qué en Andalucía no se me da mi sitio"

  • Tras cinco años de silencio discográfico, vuelve con 'Medio hombre, medio guitarra', un trabajo con el que reivindica el valor de la buena música.

A sus 51 años ha alcanzado una plenitud, profesional y personal, desde la que contempla la vida con una perspectiva mucho más serena. Así se nos revela un Raimundo Amador muy ilusionado con la publicación de su nuevo disco, Medio hombre, medio guitarra, resultado de las experiencias por las que ha pasado en los últimos tiempos y que, en estos catorce temas -trece composiciones inéditas y una versión-, ha querido compartir con su público. Orgulloso de sus seis hijos, sus nietos y, sobre todo, enamorado de su esposa -junto a la que supera ya las tres décadas de matrimonio-, el artista sólo echa de menos que, sus paisanos, tengan más oportunidad de disfrutar de su obra.

-¿No se siente profeta en su tierra?

-La verdad es que no. Al menos en lo que a los políticos se refiere. La gente sí que me ha demostrado que me quiere y, en Sevilla, hace poco actué con "la" Mala Rodríguez y llenamos el recinto. Eso es lo que siempre me pasa cuando cruzo Despeñaperros. He actuado con muchas figuras nacionales e internacionales y no sé por qué aquí no se me da mi sitio.

-Será que no es políticamente correcto

-Lo mismo sí. Yo, en la única política en la que creo, es en que suene la "olla express". Que se escuche todos los días el "pito" (risas).

-¿Alguna vez ha dejado de oírlo?

-No, no. De momento, no. Económicamente no me ha hecho falta tocar en Andalucía. Lo que pasa es que me da pena que quieran hacerme un reportaje en Canal Sur y tengan que ir a Barcelona.

-Al menos en casa sí que serán seguidores suyos, ¿no?

-Claro. Un hijo y dos niñas vienen conmigo aunque, una de ellas, cuando se quedó embarazada y tuvo a su bebé, lo dejó porque perdió un poco de confianza.

-¿Qué tal con los nietos? ¿Cómo es Raimundo Amador como abuelo?

-Hombre, yo creo que lo hago bien. Me llevo bastante bien con los pequeños y me encanta cantarles lo del "patapalo". Creo que soy una persona divertida como padre, abuelo y marido (risas).

-De hecho, con su esposa lleva más de 30 años…

-32 casados y 35 juntos. Somos seres humanos normales. Lo que no es normal es lo que está pasando en la actualidad. ¡Con lo bonito que es enamorarse! El problema es que hoy se es muy egoísta. No se quieren tener hijos ni responsabilidades… Yo sí tuve claro todo eso. ¡Y eso que he sido bastante "golfo"! Todo el mundo sabe mi historia pero malo nunca he sido. En cualquier caso, travieso (risas).

-¿Y cuál es su momento actual?

-El mejor. Dentro de un tiempo tendré sesenta "tacos" pero me encuentro "superfeliz", en un instante muy lúcido en el que veo las cosas muy claras. Además, tengo una "marcha"… (risas). Vamos, que salgo con cualquier veinteañero y lo "destrozo". Supongo que iré perdiendo fuerza o reflejos aunque eso aún no ha llegado. Hace poco coincidí con B.B King, con más de 80 años, y no veas como está de cabeza. Ojalá siga su ejemplo…

-Usted no suele dedicarle letras al amor, ¿verdad?

-Sí que lo hago aunque no de la forma clásica. Lo de "me dejas" o "te dejo" está muy pasado. Escucha Antonia, que está en mi álbum Gerundina, y te darás cuenta. Antonia es mi mujer y la que me inspiró esa melodía. Al amor lo miro de una forma muy especial.

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