Provincia

Los caminos rurales de La Rijana, "intransitables" por las obras de la A-7

  • Los agricultores de la zona denuncian que los trabajos han sepultado el acceso a sus terrenos

A pocos días de que se inaugure la autovía, a algunos no les hace gracia hablar de la A-7. Por ejemplo, los agricultores de La Rijana contemplan con preocupación el final de la construcción del tramo Carchuna-Castell de Ferro, mientras los caminos de acceso a sus invernaderos y a sus viviendas presenta un "estado intransitable", sobre todo, en días como ayer, en los que ha llovido la noche anterior.

"La autovía va a generar, sin duda, grandes ventajas para todos", explica José, uno de los afectados, "pero creemos que no se están haciendo los trabajos como debieran". Así antes de la construcción de esta infraestructura, el acceso natural a sus terrenos era por un camino que ha quedado sepultado por la autovía. "Consideramos que lo lógico hubiera sido disponer de un túnel para comunicar estas fincas con la N-340, como se ha realizado en otros puntos de dicho tramo, como el de Bizcarra".

El acceso que la constructora ha ofrecido no convence lo más mínimo, pues consideran que es "estrecho y peligroso" y critican que "un todo terreno pasa con dificultad, pero un vehículo de mayor tonelaje roza el quitamiedos, veremos a ver si no tenemos una desgracia y que con la carga se le vaya el camión...". La otra alternativa es recorrer en paralelo la autovía hasta el barrio de El Romeral, donde se puede tomar la nacional, lo que se traduce en un viaje de varios kilómetros y minutos de más.

Los agricultores afirman que han mantenido varias reuniones con técnicos de la constructora y que la respuesta ha sido siempre la misma -"lo estamos estudiando"-, por lo que ven con preocupación que cuando se termine la construcción del tramo, "si te he visto no me acuerdo".

A José también le inquieta el enorme deterioro que han causado los camiones en el camino contiguo a su finca. "Han provocado grandes socavones, y así mientras antes el agua se filtraba por la tierra ahora encuentra recorrido por esta zanja hasta entrar en el invernadero". Pero lo que más le enfada es que cuando pregunta cuándo le van arreglar el camino, le responden que lo arreglen ellos mismos, ya que "lo lógico es que dejaran las cosas como estaban antes ".

En este cúmulo de despropósitos, "no sólo han arreglado sino que también han asfaltado un camino de más de 1.000 metros al otro lado de la autovía, el problema es que no llega a ningún lado".

En el mismo municipio de Castell de Ferro, también se quejan de que los desagües de la autovía están centrados encima del Barrio de El Romeral, lo cual supone un peligro para este núcleo.

Tampoco es la primera vez que los agricultores de la comarca muestran su descontento con los destrozos en sus caminos rurales, pues ya con motivo de la apertura del tramo Polopos-Albuñol, los alcaldes de los municipios afectados, María José Sánchez y Matías González, recordaron a la ministra de Fomento, Ana Pastor los trabajos pendientes, pese a la apertura al tráfico de la autovía.

La A-7 ha producido también molestias en otros lugares como Sorvilán. Con las precipitaciones torrenciales, en el núcleo de Los Yesos hubo desprendimientos de tierra de los barrancos que hay detrás. Según su alcaldesa, Pilar Sánchez, "nosotros creemos que son a causa de la autovía, puesto que se rellenó con tierra esa parte", en vez de hacer un puente.

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