La semana pasada se batió en la Costa récord de llegada de inmigrantes: una patera al día durante casi una semana, con más de 200 personas que pasaron por el Puerto de Motril, colapsando el centro de recepción que la Policía Nacional posee en las instalaciones de la dársena granadina.

Granada es una de las puertas más importantes de entrada de la inmigración ilegal a España. Tan sólo hasta agosto de este año unos 500 inmigrantes llegaron a sus costas, lo que supone el equivalente a todos los integrantes de este tipo de embarcaciones tanto en el año 2014 como en 2013, ejercicios en los que se contabilizaron casi medio millar de tripulantes, respectivamente.

Según la Brigada de Extranjería de Motril, fueron 759 en 2012 y en 2011 un total de 1.664. Sin duda, un año en el que se disparó la entrada por la Costa Tropical de estas personas que normalmente -según las estadísticas- huyen del hambre y de la guerra. Este año supone un repunte, pues se supera ya el dato de los anteriores, sin duda por la noticia de la recuperación económica y por el 'efecto refugiados'.

Y es que, según el Frontex, la inmigración se mueve al son de la crisis, pues en los años en los que no ha habido prosperidad en este país, se ha producido un retroceso en general, aunque también tienen que ver numerosos factores, como las medidas por parte de los países implicados, los cambios de ruta por parte de las mafias o incluso la climatología, tal y como comenta la Policía.

Por ejemplo, en los primeros cuatro meses de 2013 tan solo llegó una sola patera, mientras que en septiembre llegaron cinco en el mismo mes, y a primeros de este año varias en la misma semana, aunque no se recuerda una oleada como ésta. De hecho, en las costas levantinas (en las que se incluye Almería) sumaron 17 pateras, lo que hace sospechar a la Guardia Civil, que está investigando el asunto, que llegaron a bordo de un buque nodriza.

En los números de la inmigración ilegal no figuran los muchos se quedan por el camino. De hecho, según la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía, "nunca se sabrá cuántos mueren en la travesía". Se cree que hasta 2012 habían fallecido unos 50 y desaparecido cien. Hace apenas unas semanas se encontró el cadáver de uno de los integrantes de las últimas pateras llegadas a Motril.

El peor capítulo de la inmigración en la provincia se escribió el 27 de octubre de 2012, cuando llegaron a Motril 14 muertos, 18 supervivientes y, el resto, hasta 70, desaparecidos. El siguiente peor desastre fue el 10 de julio de 2010, con 5 muertos (2 bebés). En 2011, también tuvo lugar otro episodio de esta crónica negra: el 6 de mayo, con 4 fallecidos (2 menores) y 18 desaparecidos. Y en 2008, 14 personas desparecieron y apareció el cuerpo de una niña en la playa de Calahonda.

Las circunstancias de otros casos son distintas y todas desoladoras: uno murió porque bebió demasiada agua salada, otro por frío, otros porque se lanzaron al agua con corchos en los brazos. El cuerpo de una mujer en 2004 se encontró cuando se enredó en una red. También están los que fallecen por falta de comida y espacio en la neumática. Sus cuerpos son tirados al mar, para que el resto pueda salvar su vida y continuar su camino.