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La plantilla de la cárcel reclama reducir en 250 el número de presos

  • Los funcionarios consideran que así se garantiza la seguridad La plataforma sindical se concentra ante la Subdelegación

Trabajadores de la prisión de Albolote reclamaron ayer que se reduzca en 250 el número de internos para poder cerrar al menos dos módulos del recinto y garantizar la seguridad, después de que la semana pasada se produjera una "pelea multitudinaria extremadamente violenta".

Así lo puso de manifiesto la plataforma sindical de la cárcel granadina -integrada por los sindicatos APFP, CCOO, CSI-F y UGT- durante la concentración celebrada a las puertas de la Subdelegación del Gobierno en Granada contra las agresiones a los trabajadores de prisiones y por la dignificación de sus condiciones de trabajo y donde exigieron "dignidad laboral" y medidas que garanticen una mayor seguridad tanto para los funcionarios como para los reos.

La concentración, que se suma a otras movilizaciones y un encierro en la cárcel, reivindica de nuevo un incremento en la plantilla y funcionarios en prácticas.

Los sindicatos advirtieron de que la "mermada" plantilla que opera en estos momentos en el centro penitenciario "difícilmente" puede evitar incidentes "violentos" como el de la pasada semana. Cabe recordar que se produjo una pelea en el módulo cuatro entre al menos ocho internos, que se saldó con dos de ellos con heridas graves y otros cuatro que tuvieron que ser aislados, un episodio que, según apuntan, ejemplifica la situación de riesgo de la cárcel.

El Centro Penitenciario de Albolote alberga en la actualidad 1.450 presos, pese a que tiene capacidad para 1.008, por lo que se sitúa como "unas de las prisiones con más internos de España". El Centro de Inserción Social (CIS) Matilde Cantos de Granada cuenta por su parte con 250 internos, una cifra superior, según lamentan los sindicatos, "al de Sevilla, con tres prisiones en la provincia".

Los sindicatos reprocharon también a la dirección del centro, además del hacinamiento, la reducción de las horas de limpieza, que "ha conllevado la aparición de roedores y cucarachas en dependencias tan singulares como la cocina o la enfermería", una "falta de higiene" que ha sido denunciada ante la Inspección de Trabajo y ante las autoridades sanitarias.

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