En el Viaducto de Zacatín, dentro del tramo Carchuna-Castell de Ferro de la Autovía del Mediterráneo, está cortado uno de los sentidos de la circulación -en concreto, el que se dirige hacia Granada-, por lo que los conductores tienen que volver al antiguo 'sistema' de un solo carril por un trayecto en el que es habitual que se desplacen numerosos vehículos pesados por la importancia del transporte de productos hortofrutícolas en esta zona de la costa. También afecta al Viaducto del Torilejo.

Desde la carretera se puede ver cómo varios obreros, algunos colgados de arneses en la enorme pared de piedra, están colocando una maya metálica para evitar que caigan rocas a la vía. La alcaldesa de Gualchos-Castell de Ferro, Toñi Antequera, confirmó a Granada Hoy que están "asegurando la zona para evitar desprendimientos".

El presidente de la cooperativa El Grupo, de Castell de Ferro, Fulgencio Torres, comentó que esta situación no está reportando pérdidas importantes en el sector, puesto que el tráfico sigue siendo fluido por esta parte de la A-7.

El Ministerio de Fomento ha destinado en los Presupuestos Generales del Estado de 2016 una cantidad de 54,3 millones de euros a este tramo, que inauguró Mariano Rajoy el 7 de octubre de 2015, el último de la Autovía del Mediterráneo a su paso por Granada, y que ha necesitado de una inversión de 164 millones de euros.