Salud y Bienestar

El tabaco es de los factores que más perjudican la salud de la piel

  • Fumar incrementa considerablemente el proceso de oxidación y envejecimiento

La radiación ultravioleta es un factor importante en la aceleración del envejecimiento de la piel, junto con el tabaquismo. De hecho, fumar durante 10 años seguidos acelera hasta 2 años y medio el desgaste de la piel.

En este sentido, cada calada contiene unos dos billones de radicales libres responsables del proceso continuo de oxidación y envejecimiento prematuro. Fumar provoca la disminución de la circulación sanguínea en todos los tejidos, influyendo negativamente en la elasticidad de la piel, este desgaste hace más visibles los músculos faciales por la erosión de su envoltorio, en la aparición de marcas de expresión, especialmente alrededor de la boca. Además, las arrugas ganan en profundidad, la piel presenta una mayor sequedad, aparecen manchas en la dermis y la piel tiene una menor capacidad de recuperación ante quemaduras solares. "Cuando nos exponemos al sol, se reduce la producción de melanina, colágeno y elastina en nuestra piel.

Además, en el caso de los fumadores, el tabaco contribuye al envejecimiento prematuro al estar cargado de radicales libres que, además de reducir hasta un 50% la capacidad antioxidante de la sangre, centran su acción nociva de modo especial sobre las células de la piel" apunta la doctora Marta Banqué del Servicio de Epidemiología y Evaluación del Hospital del Mar (Barcelona). Concretamente, la nicotina eleva la presión sanguínea y reduce la producción de estrógenos y de la absorción de vitamina A; de manera que se alteran los niveles de colágeno y elastina, acelerando así el envejecimiento de la piel. Además, al reducir el flujo sanguíneo se produce una alteración negativa sobre la cantidad de oxígenos y nutrientes esenciales que la piel necesita para alimentarse. El sol puede agravar algunas consecuencias del tabaco como la aparición de arrugas muy marcadas como es el 'código de barras' alrededor de los labios. Esto es debido a la contracción que se produce en esta zona al dar una calada. También las arrugas que se forman en el contorno de los ojos como consecuencia de entrecerrarlos repetidamente para evitar la entrada de humo.

La doctora Banqué señala que "en las mujeres tiene lugar una disminución de los estrógenos que facilita la sequedad y atrofia cutánea que también disminuye la cantidad de vitamina A absorbida por la piel".

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