Tecnología

Una nueva técnica en radioterapia como alternativa a la cirugía

  • Se consolida el uso de un tipo de radioterapia que evitaría el quirófano en casos de cáncer de pulmón en fase precoz.

El Clínico San Carlos de Madrid ha sido el último hospital público en incorporarla, pero la más joven de las radioterapias -la llamada radioterapia estereotáxica corporal (SBRT)-, que viene pisando fuerte desde su descubrimiento, está consolidando su uso para uno de los tipos de cáncer de peor pronóstico, el de pulmón. La razón: permite administrar dosis altas de radiación en el tumor con máxima protección de los tejidos de los tejidos que lo rodean. 

A efectos prácticos, esto supone para el paciente más comodidad. Por una parte, reduce el número de sesiones de radioterapia. Por otra, puede ser una alternativa a la cirugía de extirpación del cáncer, tanto para pacientes que, por otros motivos, no puedan acceder a la mesa de operaciones como para aquellos que prefiere evitarlo. Así lo reconoce el Servicio Gallego de Salud (Sergas) en su informe de revisión de tecnología sanitaria sobre esta técnica. Publicado el pasado año, el documento avala el procedimiento, que define como "una técnica segura en pacientes con tumores de pulmón en estadio I de células no-pequeñas con contraindicación quirúrgica y en oligometástasis pulmonares aisladas secundarias a tumores en otras localizaciones, presentando aproximadamente un 85% de control local de la enfermedad y un 72% de supervivencia a los tres años". Para el jefe del Servicio de Oncología Radioterápica del Clínico San Carlos, Manuel de las Heras, la SBRT "representa un evidente avance terapéutico en cáncer de pulmón y está indicada en metástasis hepáticas, carcinoma hepático primitivo y en tumores malignos con limitado número de metástasis que, junto a otros tratamientos sistémicos y locales, va a conseguir un mejor control tumoral a medio y largo plazo, circunstancia clínica no contemplada hasta ahora en la utilidad de los tratamientos locales". 

Si bien tiene beneficios para los pacientes, la técnica presenta algunos peros. Así, en el propio Clínico reconocen que "requiere de una gran precisión y comprobación de todas las etapas del tratamiento y una mayor dedicación por parte de todos los profesionales implicados en los tratamientos". Así, aumenta el número de personal necesario para su aplicación con respecto a la radioterapia tradicional y también el tiempo de dedicación.  Pero la principal pega de esta nueva radioterapia es, precisamente, el tipo de cáncer de pulmón para el que está indicada. Aunque los resultados son muy buenos, solo podría aplicarse en los tumores en estadio uno, una rareza en el cáncer de pulmón, donde predomina el diagnóstico tardío en estadios tres y cuatro. 

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