Aunque hubo un marco de desarrollo previo, la Iniciativa Andaluza en Terapias Avanzadas, nació en octubre de 2008, promovida por la Consejería de Salud y Consejería de Economía y Conocimiento para conseguir que la investigación en este ámbito sea motor de progreso científico, mejora de la salud y desarrollo social y económico. El análisis de su desarrollo en estos años y su prospectiva de futuro fue el eje del desayuno informativo organizado el pasado lunes por Grupo Joly y moderado por José Martínez Olmos, portavoz de Sanidad del PSOE en el Congreso.

Según explicó María Isabel Baena, directora general de Investigación y Gestión del Conocimiento de la Consejería de Salud, la apuesta que se hizo en ese momento "no fue solo discurso". El objetivo primario es resolver problemas de salud de las personas y dar respuesta a patologías graves que no tienen alternativa terapéutica. "A lo largo de estos años hemos sabido dotarnos de profesionales que han sabido formarse y realizar investigación de calidad desde el sistema sanitario. El objetivo es hacer transferencia del conocimiento y de patentes hacia la industria que propicien también un cambio de modelo económico", explica.

Para Bernat Soria, investigador del Cabimer y del Ciberdem, el camino recorrido ha sido satisfactorio, ya que "aunque cambian las personas en los puestos de responsabilidad, continua la institución; y esto es importante porque en España siempre se ha tendido a que las instituciones estén ligadas a un nombre".

Además, Soria destacó el papel de Andalucía en el desarrollo normativo que permitió iniciar la investigación en este campo.

Concha Herrera, directora de la Unidad de Gestión Clínica de Hematología del Hospital Reina Sofía, hace un balance positivo del camino recorrido que ha permitido conseguir los objetivos planteados pero cree que "es el momento de evaluar y quizás de ir planteando un segundo plan que permita que la iniciativa de terapias avanzadas siga contando con medios, apoyo y soporte desde la Consejería".

Para Nati Cuende, directora de la Iniciativa Andaluza en Terapias Avanzadas, el éxito responde a una voluntad política, que permitió un marco legislativo y ha consiguió la complicidad de otras instituciones, administraciones y empresas. Desde su punto de vista, la apuesta consiste en dar apoyo para que la iniciativa tenga traslación, necesaria y especialmente compleja. "El camino desde el laboratorio hasta el paciente, se puede realizar gracias al SSPA, donde la magnitud del sistema y sus profesionales son la clave. Por eso nos hemos convertido en la región europea que lidera este campo desde un sistema sanitario público y que ha podido llevar a cabo 24 ensayos clínicos", afirma. Hemos tenido, como obstáculo, la falta o la escasez de un entramado o un tejido biotecnológico en nuestra comunidad. Facilitar la atracción de empresas que puedan crear sinergias.

En este balance de situación, Ramón González, secretario general de Investigación Desarrollo e Innovación de la Consejería de Salud, destaca que "hemos podido cerrar el ciclo desde que tenemos una idea hasta que la solución llega al paciente. Hemos cerrado nuestro primer Plan, hemos comprobado que la apuesta merece la pena, visto que hay cosas que mejorar y hay que seguir desarrollándola.