sanidad

Medicamentos a un clic

  • Las redes sociales tienen un papel creciente en el mercado ilegal de fármacos. El proyecto Fakeshare persigue este negocio a nivel europeo.

El tráfico ilícito de medicamentos a través de internet es un mercado paralelo que existe prácticamente desde que se conoce la propia internet. Desde accesibles webs de anuncios por palabras donde se ofrecen ansiolíticos o fármacos contra los problemas de erección, a foros específicos pasando por mercados consolidados en esa maraña recóndita que algunos conocen como la deep web. Un estudio reciente analizó las operaciones policiales contra el tráfico de medicamentos por organizaciones criminales en España en los años 2012 y 2013 concluyendo que en un tercio se utilizaba Internet para el suministro y venta de medicamentos ilegales. Desde el año 2013, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) participa en el proyecto europeo Fakeshare, cofinanciado por la Comisión Europea y coordinado por la Agencia Italiana del Fármaco (AIFA).

Este proyecto tiene el propósito de coordinar iniciativas desarrolladas contra el suministro ilegal de medicamentos, incluyendo desde la compraventa a través de sitios web que realizan una actividad ilegal a los robos y otros desvíos de medicamentos al tráfico ilícito. Un artículo publicado en el último número de la Revista Española de Salud Pública presenta las estrategias y actividades desarrolladas en este ámbito a nivel nacional. Según explica Manuel Ibarra-Lorente, del departamento de Inspección y Control de Medicamentos Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps), las claves reside en la difusión de campañas de comunicación para concienciar y sensibilizar a consumidores, profesionales sanitarios y organizaciones del sector sobre los riesgos que supone la compra de medicamentos en sitios web ilegales, la creación de bases de datos para compartir la información sobre robos y otros desvíos al mercado ilícito, así como la difusión de las prácticas nacionales a nivel europeo e internacional.

Según explican los autores de este trabajo, internet es el principal medio de contacto con los clientes (45% de los casos), debido a la existencia de redes sociales, de anuncios clasificados y sitios web de farmacias ilegales, frente a la venta ilegal a través del contacto personal (41% de los casos), esencialmente en gimnasios, tiendas de nutrición deportiva o herbolarios. Aunque aun no tienen mucha popularidad entre la población la Aemps, en colaboración con las comunidades autónomas, ha desarrollado la web Distafarma, en la que se publica el listado de las farmacias que realizan la venta, de forma legal, de medicamentos no sujetos a prescripción médica a través de sitios Web. En España, actualmente 309 farmacias, de un total aproximado de 21.937, desarrollan legalmente la actividad de venta a distancia de medicamentos.

Ya que las redes sociales se han convertido en soporte para este mercadeo desde 2015, las redes sociales (especialmente Facebook) y las plataformas de anuncios clasificados por internet (sobre todo wallapop y milanuncios) colaboran con la Aemps.En primer lugar, la Aemps pone en conocimiento de la red social la comercialización, a través del perfil del usuario que ha sido objeto de denuncia, de un producto que podría considerarse medicamento.

En base a este artículo, las redes sociales y las plataformas de anuncios clasificados por Internet quedarían exentas de responsabilidad si, tras tener conocimiento de que la actividad o la información que aloja es ilegal, cancela los perfiles o imposibilita el acceso a ellos. Una vez que reciben la notificación proceden a impedir el acceso a dicho perfil. De esta manera, se evita el acceso de los usuarios a estos productos. En el caso de las webs de compraventa entre particulares,la Aemps a lo largo del año 2016 se ha dirigido a 16 plataformas de compraventa, solicitando la retirada de 169 anuncios que ofertaban medicamentos de uso humano y 259 anuncios de medicamentos de uso veterinario.

Para la Aemps, los futuros proyectos deberían involucrar a más países debido a que esta problemática tiene un carácter global y por lo tanto, la cooperación internacional es fundamental.

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