Dos o tres horas diarias frente al televisor, una mala alimentación o el sedentarismo son factores de riesgo cardiovascular. Todas unidas, por ejemplo, forman un cóctel perfecto que derivará en obesidad, que tiene el dudoso privilegio de liderar la tabla de factores de riesgo cardiovascular de la Organización Mundial para la Salud, por encima del tabaco. La prevalencia de estas enfermedades en el mundo occidental oscila entre el 38% y el 40%; es decir, estos porcentajes muestran las muertes debidas a estas patologías. Y si bien se manifiestan clínicamente en la edad madura, comienzan a desarrollarse en la etapa infantojuvenil.

El doctor Miguel Angel Ruiz Jiménez conoce de primera mano la realidad gaditana. En su consulta pediátrica de la Clínica La Milagrosa, en San Fernando (Cádiz), intenta cultivar a diario unos hábitos saludables en la alimentación de los pequeños, para que no sigan disparándose unos datos que hace una década indicaban que en Cádiz existía entre un 15% y un 18% de niños obesos o con sobrepeso. "Aunque hace falta actualizar los estudios que se hicieron a finales de los noventa, hoy día hemos alcanzado seguro un 20% de niños y jóvenes menores de 14 años que tienen problemas de sobrepeso o que, directamente, tiene obesidad".

Para el doctor Ruiz Jiménez, hace falta que la sociedad se conciencie de la necesidad de vivir en "ciudades cardiosaludables", con elementos que faciliten la actividad física, caso de los carriles bici o las zonas verdes. "Lo insólito es que ahora tenemos mayor calidad de vida que hace unas décadas, deberíamos estar mejor alimentados y, sin embargo, los datos no son esperanzadores de cara al futuro".

Su diagnóstico sobre la situación se basa en que "si bien la prevalencia de enfermedades cardiovasculares en España ha disminuido algo en los últimos años, han aumentado algunos factores de riesgo en los niños, caso de la obesidad, que nos hacen ser pesimistas. Es más, es muy probable que la esperanza de vida de las próximas generaciones sea menor que las actuales".

El doctor ahonda en el problema y no duda en calificar de forma grave la situación: "Estamos asistiendo a una verdadera epidemia de obesidad, que está abriendo las puertas a un incremento notable de la diabetes mellitus tipo 2 en la población infantojuvenil".

Como medicación para combatir las enfermedades cardiovasculares, Miguel Ángel Ruiz señala como esencial "un cambio de estilo de vida, con mejores hábitos en la alimentación y mayor actividad física, así como empezar la prevención cuanto antes con cuestiones como no dar cereales a los lactantes antes de los cuatro meses, o tomar la tensión a partir de los dos años, algo importante si tenemos en cuenta que en torno a un dos por ciento de los menores de 14 años sufre hipertensión".