Sociedad

El 36% de los nuevos consumidores de cannabis son menores de edad

  • Unos 170.000 españoles comenzaron a consumir esta sustancia en los dos últimos años pese al ligero descenso que ha experimentado su uso global. El consumo de cocaína está en mínimos históricos.

Un total de 168.677 personas, el 36% de ellas menores (entre 15 y 17 años), han comenzado a tomar cannabis y otras 687.000 presentan un consumo de riesgo, pese al ligero descenso que ha experimentado el uso global de esta sustancia.

Estas son algunas de las principales conclusiones de la Encuesta Domiciliaria sobre Alcohol y otras Drogas 2013-2014 presentada este martes por el delegado del Gobierno para Plan Nacional sobre Drogas, Francisco Babín, que pone de relieve un ligero aumento del consumo de sustancias legales (tabaco, alcohol e hipnosedantes) y un leve descenso de las ilegales. Babín ha mostrado su preocupación por la nueva incidencia en el consumo de cannabis. De hecho, el número de personas que empezaron a consumir esta droga en el último año previo al estudio supera a los que se iniciaron en el tabaco (142.000 personas). A su juicio, los datos demuestran la banalización que se hace del cannabis transmitiendo mensajes no contratados científicamente sobre sus beneficios, que calan especialmente entre los más jóvenes y que son "determinantes" en la incorporación de nuevos consumidores. Babín ha puesto de relieve que el cannabis es la droga ilegal que más demandas de primeros tratamientos genera, por encima de la cocaína, y es la primera causa de acceso a urgencias por consumo de drogas entre adolescentes.

La encuesta, que se realiza cada dos años y que incluye a 23.136 personas entrevistadas de entre 15 y 64 años, pone también de relieve que 1,6 millones de españoles (1,3 millones de hombres y 300.000 mujeres) presentan un consumo problemático de alcohol y otros 120.000 tienen dependencia de esta sustancia. Estas cifras, según Babín, tienen que generar "una cierta conciencia" en relación a que hay "mucho trabajo por delante que hacer" y deben mover "a una reflexión".

Respecto al consumo de cocaína, ha explicado que se sitúa en mínimos históricos desde 2005, primer año en que se puso en marcha un programa específico de prevención para esta droga. La edad media de inicio en el consumo de las diferentes drogas (la encuesta incluye 23) se mantiene estable con respecto a ediciones anteriores. El más precoz ocurre en el tabaco (16,4 años), el alcohol (16,7) y el cannabis (18,6). Babín ha resaltado la "notable" disminución que se ha registrado en el consumo de cigarrillos desde que entraron en vigor las leyes antitabaco.

La encuesta también revela que el consumo de sustancias tanto legales como ilegales está más extendido entre los hombres, excepto cuando se trata de hipnosedantes (la proporción de mujeres duplica a la de varones). Esta sustancia ha experimentado un ligero crecimiento, que ya se viene observando desde 2005. Un 12,2% consumen estas pastillas y, de ellos, un 1,2% lo hace sin receta, un consumo "inadecuado" sobre el que existe una "preocupación generalizada" en la Unión Europea, ha asegurado Babín.

Respecto a este aumento, ha señalado que la mayor parte de las recetas de sedantes se prescriben porque existe una patología, si bien ha subrayado que el Gobierno "estará vigilante en este tema". La prevalencia de borracheras muestra una tendencia estable: dos de cada diez personas se han emborrachado en el último año y un 15,5% ha consumido alcohol en forma de "atracón" en el último mes, especialmente el grupo de entre 15 y 29 años.

El botellona se concentra en la franja de edad de los adultos jóvenes (de 15 a 24 años). El alcohol está presente en el 95% de los policonsumos y el cannabis en el 90% cuando se trata de drogas ilegales, un asunto que preocupa a las autoridades, ya que "los riesgos no son sumatorios sino multiplicadores".

Por segunda vez la encuesta incluye un módulo sobre nuevas sustancias y revela que el 74,1% de los ciudadanos nunca ha oído hablar de ellas y un 3% admite haberlas probado alguna vez. "Una prevalencia baja, aunque dicho con todas las cautelas". El consumo de heroína está estabilizado, al igual que el de éxtasis, anfetaminas y alucinógenos. En cuanto a las acciones que se deberían adoptar para hacer frente a las drogas, las medidas formativas, el tratamiento, el control policial y la restricción legal son las más mencionadas. Entre las menos populares se encuentra la legalización del cannabis (un tercio de los encuestados) y de otras drogas (19,3%). Siete de cada diez consumidores de cannabis que abogan por esa medida realizan un consumo problemático.

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