Sociedad

Más de 190 países negocian en Poznan las bases de un compromiso pos-Kioto

  • La Conferencia de la ONU pide aprovechar la crisis financiera para proteger el planeta contra el calentamiento global

La XIV Conferencia de la ONU sobre Cambio Climático (UNFCCC) arrancó ayer en Poznan (Polonia), con la asistencia de 192 países que debatirán el futuro del planeta, entre el pesimismo de la crisis financiera y la esperanza de que Obama involucre a EEUU en la lucha contra el calentamiento global. El comisario europeo de Medio Ambiente, Stavros Dimas, dijo que la conferencia debe "acelerar" las negociaciones para un acuerdo mundial pos-Kioto.

"Los científicos comparten la visión de que un aumento de temperatura superior a dos grados tendrá consecuencias irreversibles", señaló el primer ministro polaco, Donald Tusk. La conferencia es un paso previo a las negociaciones que deben concluir el año próximo en Copenhague con un nuevo acuerdo que sustituya al de Kioto a partir de 2012. El presidente de la conferencia, Maciej Nowicki, recordó las consecuencias a las que se enfrenta el mundo si no frena los índices de contaminación. "Grandes sequías e inundaciones, epidemias, un dramático descenso de la biodiversidad, conflictos sociales", alertó.

La lista de calamidades enumeradas deben de ser suficientes para que los participantes en Poznan superen el obstáculo que supone la crisis financiera y lleguen a un acuerdo que permita rebasar el Protocolo de Kioto. La actual coyuntura económica aparece como el gran impedimento para este compromiso, ya que amenaza con reducir los recursos destinados a la lucha por salvar el planeta.

El secretario ejecutivo de la UNFCCC, Yvo de Boer, puntualizó que es importante que los gobiernos estudien cómo lograr que las medidas contra el calentamiento global lleguen a autofinanciarse y conecten estas políticas con la recuperación de sus economías.

Lo cierto es que el contexto de crisis financiera mundial pesa y se deja notar incluso en la UE, que intenta liderar la batalla contra el calentamiento global. Mientras, la ONU lanza el mensaje de que la crisis será mayor si la actual situación económica se convierte en una excusa y no se toman decisiones efectivas contra el cambio climático.

Un giro en la postura de EEUU será determinante para lograr la implicación de las potencias emergentes -China, la India, Brasil, Sudáfrica y México- que contaminan tanto como las industrializadas, y cuya participación es imprescindible para definir la hoja de ruta que lleve a un Protocolo pos-Kioto.

Por su parte, los Estados emergentes piden acelerar el establecimiento de un fondo de ayudas para luchar contra el calentamiento global, a la vez que culpan del problema climático al Primer Mundo, y reclaman su derecho al desarrollo para alcanzar los niveles de las naciones ricas. Así, será fundamental que la comunidad internacional deje a un lado sus diferencias y se una para trabajar sobre el plan de acción acordado en Bali en 2007.

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