Parece que el teléfono móvil no es un objeto de gran valor sentimental para los españoles, ya que la mitad de la población ha cambiado de smartphone en el último año, y un 63% posee un móvil de gama media o alta, de más de 200 euros. Andalucía es la comunidad donde más han penetrado los móviles de gama alta, ya que un 34% de ellos lo tienen, según un estudio de tendencias de smartphones y wearables de Sony Mobile publicado con motivo del Congreso Mundial de Móviles (MWC) celebrado en Barcelona.

Por sexos, las mujeres son las que más cambian su móvil, el 58,8%, mientras que por edades, los jóvenes de entre 18 y 25 años son los que sustituyen su teléfono antes de los doce meses.

El estudio señala también que el principal motivo que anima a los usuarios a cambiar de smartphone es la duración de la batería. Y es que, pese a que la oferta de terminales es vasta, ése es el detalle que hace que estén más descontentos con su móvil actual: tres de cada diez encuestados creen que la batería le dura muy poco o nada y les gustaría no tener que poner a cargar el teléfono hasta después de dos días al menos. Los andaluces son, en este sentido, los españoles que tienen más en cuenta la duración de la batería como el desencadenante para cambiar de móvil.

Otros factores que se miran a la hora de comprar un teléfono son el sistema operativo, una cámara mejor y un procesador más potente. En Andalucía, la calidad de la cámara, la velocidad del procesador y la calidad de la pantalla son los principales factores que importan a la hora de decidirse por uno u otro terminal.

Por otra parte, siete de cada diez españoles no saben qué es un dispositivo wearable o ponible y el 95% no lo ha usado nunca. Sin embargo, al 72% le parece muy interesante poder conectar un accesorio inteligente a su smartphone y el 73% considera que es la tecnología del futuro y que está aquí para quedarse. Así, el 25% de los encuestados creen que dentro de poco serán dispositivos que llevemos bajo la piel.

Los relojes inteligentes controlados desde el móvil que permiten mejorar nuestra actividad deportiva, consultar los correos electrónicos o incluso recibir llamadas son los wearables más conocidos. Salir a correr (28%) o ver notificaciones sin sacar el smartphone (20%) son los principales usos de los wearables.