TV-Comunicación

Los clásicos se reinventan

  • Existe cierta predilección por la adaptación en televisión de clásicos del cine, donde las cadenas rescatan el humor de Chaplin o el suspense de Hitchcock

Ya lo dijo el ingenioso Groucho Marx: "Estos son mis principios, si no le gustan, tengo otros". La televisión es la que mejor entiende de principios, pero cuando se trata de satisfacer a una audiencia exigente, las reglas cambian y lo más sensato es intentar recuperar lo que siempre ha funcionado.

Eminencias en el panorama del cine de humor clásico, como los hermanos Marx, Stan Laurel y Oliver Hardy como El Gordo y el Flaco, Charles Chaplin o Buster Keaton, han estado arrancando carcajadas hasta hace más bien poco. Todavía quedan nostálgicos del cine de antaño, y muchas cadenas, por ejemplo 13TV o la ya cancelada La Sexta 3 (se puede ver mediante pago en la plataforma Nubeox), acogían en sus respectivas parrillas el mejor cine western y filmes de corte clásico al más puro estilo de Dos buenos chicos (1930), Tiempos modernos (1936), El maquinista de la General (1926) y, aparcando la socarronería, un cine donde hubo sitio para Rebelde sin causa (1955), Psicosis (1960) o El golpe (1973), entre otros muchos.

Se han vivido algunos momentos de altibajos si no fuera por estas cadenas, aunque se percibe un cierto repunte de las reposiciones, ya sea en forma de adaptación moderna o recuperando las películas de los años 20 en adelante. Buena prueba de ello se encuentra en Clan, que ha apostado por el cine mudo y el humor físico de todo un referente en la comedia, Charles Chaplin. Charlot, el famoso vagabundo con bombín, bastón y bigote negro, aterrizó en animación 3D en la cadena infantil de la pública para acercar a los más pequeños los mejores gags con Chaplin & Co. Una idea perspicaz para que la nueva generación conozca la fórmula inteligente del actor y humorista.

TVE ha remodelado su parrilla en diversas ocasiones sin obviar algunos de los grandes géneros. Las noches en la televisión pública han estado copadas por el mejor cine de culto gracias a los estrenos de El premio, Casablanca, 55 días en Pekín y Ben Hur. Incluso Antena 3 se ha ataviado con el atrezo clásico, llegando a emitir en su momento una adaptación seriada de Ben Hur, una de las mayores historias épicas del cine y cuya película estuvo protagonizada por Charlton Heston en 1959. Sin embargo, la ficción está más próxima a la personalidad del siglo XXI, tal y como la BBC ha hecho con el famoso detective Holmes en Sherlock: rescatar a personajes clásicos para insertarlos en una atmósfera más moderna.

No están siendo los únicos canales que se entregan a la reinvención de los clásicos. La televisión británica tiene inclinación por este formato, ya que muchos de estos humoristas fueron autóctonos -incluido Chaplin- y los actores venideros no han titubeado a la hora de utilizar la base de los sketches de sus predecesores. A partir de los años 60, las cadenas del Reino Unido han continuado con el humor inteligente y absurdo de los Monty Python. Sus películas y series, como Monty Python's Flying Circus, aún se pueden ver. Ésta última es un compendio de 45 capítulos donde se realiza una contundente crítica social, algo muy propio de ese humor reivindicativo que ha caracterizado a precursores y artistas actuales. En este apartado hay que dar a conocer una de las sitcoms más desternillantes de los 70, Fawlty Towers, pues se inspira en el genial grupo humorístico de los Monty Python. Otra ficción británica en clave de comedia es la exitosa Sí, ministro, que llegó a recibir una serie de premios y se alzó como el programa favorito de Margaret Thatcher en la década de los 80.

La BBC sirve en bandeja una sátira del funcionamiento del Gobierno británico, pero también, y dentro de lo más reciente, hay que destacar la nueva versión de Los tres mosqueteros de Alejandro Dumas, una obra que ha vivido múltiples adaptaciones y este año se sitúa en la parrilla de la cadena con el mismo esqueleto del film de 1948, pero añadiendo una pincelada más juvenil.

Tanto las cadenas británicas como las americanas están realizando las adaptaciones del género clásico a través de las estructuras básicas de la serie y con la complicidad de las productoras. Estados Unidos posee un ejemplo reciente con una precuela de Psicosis en televisión. Bates Motel (2013) es una ficción en la que se realiza un retrato íntimo sobre la psique de uno de los protagonistas durante la adolescencia. La naturaleza de Alfred Hitchcock despierta de su letargo a golpe de este thriller contemporáneo. Aunque si prefieren la ciencia ficción de los años 60, la más perdurable fue la adaptación de la película homónima Viaje al fondo del mar (1961) en una serie centrada en los escenarios, vestuarios y efectos especiales del filme. No se queda atrás tampoco M.A.S.H., que obtuvo una excelente crítica en sus once temporadas por beber directamente de los cánones de la comedia de 1970.

Estos, por tanto, son los principios que acatan las televisiones en pos de una audiencia a la que de vez en cuando hay que transportar hacia la nostalgia del cine clásico.

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