Se ha convertido en uno de los rostros más conocidos y aclamados de la televisión, aupado por su inconmensurable papel en Velvet, una de las series de mayor éxito en Antena 3. Joven, apuesto y elegante, Miguel Ángel Silvestre, quien da vida a Alberto por los pasillos de las galerías madrileñas de los años 50, saltó a la fama, y a los corazones de muchas jóvenes, cuando tomó las riendas de Rafael Duque, el mismo Duque de Sin tetas no hay paraíso y que estuvo en boca de muchos por su enorme atractivo.

Sin embargo, no sólo el físico se perfila como una de las cualidades de quien ahora se considera el amor imposible de Ana en Velvet, creación d ela productora Bambú (Hispania, Gran Hotel). Miguel Ángel Silvestre puede presumir de una dilatada experiencia en el mundo de la interpretación con un amplio recorrido que comenzó en 2002, en el teatro Raval de Castellón, con la obra Verdadero oeste. Sus estudios en expresión corporal, baile moderno y acrobacia le sirvieron como avales para certificar que no era un novato en esto de los roles y las mil caras. El actor cogió carrerilla a partir de 2004, cuando actuó en la obra teatral de Noches de amor efímero, de Paloma Pedrero. En ese mismo año, hizo un personaje episódico en la comedia Mis adorables vecinos (Antena 3), siendo esta su primera aparición en televisión, a la vez que aparecía en la película A golpes del director Juan Vicente de Córdoba. Con esa experiencia adquirida, y perdido el miedo en el escenario, el castellonense disfrutó de su primer personaje en la infravalorada ficción Motivos personales de Telecinco.

Tímido por naturaleza, no parece así en Velvet, pues su personaje demuestra un amor pasional (reconoce que a veces demasiado) en la serie de Bambú y maneja el drama a la perfección, cosa que no ocurre con la comedia, ya que el actor aseguró una vez que no estaba hecho para ese género y que el peso del humor lo llevarían otras personas dentro de la historia. De hecho, protagonizó la comedia Los amantes pasajeros del reputado Pedro Almodóvar, un filme que quedó en la mediocridad. Y es que la ficción le ha venido como anillo al dedo porque comparte muchas cosas con su personaje, como la pasión para morir en el amor si hace falta. Además, disfruta como un niño de la banda sonora de Velvet, la galantería de la época y de la amistad que tiene con Paula Echevarría, que se aplica también a su novio, David Bustamante, del que se declara un gran fan y amigo del cantante. La honestidad y la profesionalidad entre Miguel Ángel y Paula Echevarría han copado el rodaje de cada uno de los episodios de Velvet.

La etapa clave de su carrera se inició en 2007, volviendo a la televisión e interpretando al narcotraficante Rafael Duque en Sin tetas no hay paraíso (Telecinco); un papel que le imprimiría una importante fama a nivel nacional, adquiriendo importantes premios. Pasó también por la miniserie Alakrana, de la misma casa, en un año caracterizado por su aparición en varias películas, entre las que destacan Verbo, Lo mejor de Eva y The Pelayos.

A pesar de que Miguel Ángel Silvestre ha fichado por la serie Sense8 de Estados Unidos, su trabajo en Velvet sigue en pie por el momento, puesto que la segunda temporada arranca esta noche en Antena 3. Dosis de amor, pasión y deseo, junto a un gran secreto que podría cambiarlo todo. La nueva temporada de Velvet caminará por un terreno inestable, que hará tambalear las relaciones más consolidadas de sus protagonistas. Lo importante es que muchos tienen una cita con las galerías, un lugar al que todo el mundo desearía ir de compras alguna vez en la vida.