Santiago Segura, Boris Izaguirre o Loles León cocinan los miércoles con Ramón Arangüena en el nuevo programa de Canal Cocina: El rey del pincho. El espacio de producción propia reúne a famosos y a los mejores cocineros nacionales para mostrar sus creaciones y sus tapas favoritas.

-¿Cómo un periodista y humorista de prestigio acaba convirtiéndose en un apasionado de la gastronomía?

-Ya en el piso de estudiante donde vivía tenía que elegir entre fregar o cocinar y, por supuesto, escogí cocinar porque es más creativo. Desde entonces soy un "cocinillas".

-¿En qué consiste este Rey del pincho?

-Es un proyecto que presentamos a Canal Cocina y caló. Un espacio que dura media hora y donde destacan cuatro pinchos por programa. El primero, un pincho que haya sido premiado en algún acontecimiento gastronómico. El segundo se dedicará a un cocinero desconocido, pero que ha ganado un premio de prestigio. El tercero un pincho tradicional donde además ahondaremos en la creación y su historia. Por ejemplo, cómo se elaboraría una buena tortilla de camarones. El último se destinará a la preparación del pincho favorito de un famoso.

-¿Seguiremos teniendo ese humor sagaz suyo?

-Claro que sí. Ahí meto muchas veces la pata, sobre todo si me pongo a cocinar con los grandes, que me riñen de vez en cuando; aunque yo intento pasármelo bien cuando cocino.

-¿Quién es el que tiene más potencial de sus invitados?

-Hay muchos cocineros y muy buenos. Tenemos incluso restaurantes sólo de pinchos y tapas que cuentan con estrellas Michelin, y eso te sorprende porque el pincho se ha convertido en interesante.

-¿Algún patoso en la cocina?

-La mayoría eran muy buenos. Ana García Siñeriz hizo un pincho muy sencillo: pan con bolito y con pimiento. Anne Igartiburu preparó un tumbet de Mallorca....

-¿Las tapas que más le han gustado?

-Hay un poco de todo, pero a los cocineros les encanta preparar pinchos de papada de cerdo. Luego hemos probado trampantojo y un tigre tostón; es el típico Tigretón de pastelito, pero con mermelada y morcilla, que te lo comes y te lo crees. También, cosas muy divertidas y pinchos tradicionales muy sencillos, como la gilda o la oreja.

-¿Cree que se han revalorizado?

-En principio los pinchos son más económicos, y puedes tomar tres o cuatro pinchos o tapas y un café, y con eso has comido. Es muy variado e incluso es mejor que comer un primer y segundo plato, ya que te permite cambiar de sabor.

-¿Qué consejo le daría a los chefs novatos, aquellos que empiezan a adentrarse en el mundo de la cocina más refinada?

-He aprendido todo esto porque he estado en las cocinas de todo tipo, pero lo que he visto es el trabajo, probar cosas todo el día y pensar constantemente qué hacer. -¿Su plato/tapa favorito?

-Los platos que más me gustan, porque mi madre era gallega, son la fabada y el lacón con grelos. A mi familia le fascina cuando preparo el pincho de tortilla de patatas porque la elaboro muy líquida. Hago comida mexicana y preparo un guacamole con anchoas exquisito.

-¿Se le resiste algo?

-La cocina asiática es más complicada, aunque ahora he empezado a hacer sushi. La comida japonesa la suelo hacer escaldada. Por ejemplo, si hay que poner calamar, lo escaldo un poco. Sé que pierde el sabor, pero aún así se puede comer.

-¿Por qué cocina?

-Porque es muy relajante. Cuando llego del trabajo es lo primero que hago, ponerme a cocinar.

-También trabajó en radio ¿Echa de menos aquella etapa?

-Fue una delicia cuando estuve en la SER con Iñaki Gabilondo, uno de los mejores. También pasé por Radio Nacional, de noche...

-¿Por qué cree que los programas de cocina proliferan?

-Es una cosa muy importante en la vida porque siempre tienes algo para probar y reunir a la gente. Se convierte en una excusa perfecta para hablar. El rey del pincho no es una competición, sino un argumento para divertirse y decir "eso lo hago yo".