Se ha hecho esperar pero por fin llega a Telecinco el estreno del biopic sobre la juventud de Juan Carlos I y la relación con su padre. El Rey es una producción de Videomedia, protagonizada por Fernando Gil y con un reparto en el que destacan José Luis García Pérez, como don Juan, y Cristina Brondo, como doña Sofía, que aprovecharon para contar su experiencia a este periódico.

-¿Qué ofrece El Rey?

-José: Lo que contamos es la relación entre un padre y un hijo, porque llega un momento en el que son dos personajes que se convierten en protagonista y antagonista. Creo que la clave de El rey es la historia sentimental y emocional.

-Cristina: Algunos aspectos de la vida privada están inventados, pero hemos intentado hacer los personajes muy humanos y cercanos para contar la historia de una familia normal, con sus problemas diarios y que vive cosas.

-¿Qué imagen presentará sobre su protagonista, Juan Carlos I?

-J: El biopic contiene tres capítulos que llegan hasta la muerte de don Juan. Son los momentos decisivos, ya que cuando un padre muere, la historia se acaba. En esta miniserie se dan palos, puesto que no nos han puesto ningún impedimento al desarrollar la trama. Habrá cosas buenas y malas.

-¿Se centrará más en los acontecimientos políticos o en la vida personal?

- J: La vida personal es la clave del asunto: su emocionalidad. Nadie piensa exclusivamente con una mente política. Eso sólo pasa en las series malas. La política la generan los propios sentimientos, y eso se verá. Esto es nuestro Juego de Tronos real de un trozo de la historia de España.

-¿Ha sido muy difícil meterse en el papel de personaje tan conocidos y queridos?

-J: Ha sido un reto muy bonito porque eran tres horas de maquillaje al día, lo que implica mucha historia puesta encima para poder acercarme físicamente al personaje. Como actor, es un orgullo poder desarrollar un personaje desde los 33 años hasta que muere.

-C: Ha sido complicado porque hay poca documentación respecto a la vida privada, por lo que ciertos aspectos de la intimidad tienes que inventártelos. Eso sí, he aprendido de la serenidad de mi personaje.

-¿Cómo se han sentido rodando con los demás compañeros?

-J: Tuvimos el placer de estar rodando casi todo en localizaciones reales, por lo que pudimos hacer piña. Pasamos muchos meses en Portugal y otros enclaves situados en Madrid. Además, estábamos muy implicados en contar una buena historia.

-¿Algún reto durante este prolongado rodaje?

-J: Todos las que quieras. Se rodó entre noviembre y febrero, por lo que el frío era aterrador, y más en la costa atlántica. También se producían más de diez miel cambios de vestuario porque había que vestirse con las mismas prendas de los personajes.

-C: Mucho frío. Yo durante el rodaje daba el pecho a mi hija, y las exigencias del guión, como portar unos vestidos muy ceñidos, con corsé, me creaban dificultades a la hora de alimentar a mi bebé.

-¿Han contado con asesores de la propia Casa Real?

-J: La Casa Real no ha tenido nada que ver con la miniserie, pero ha sido uno de los trabajos mejor documentados que he hecho.

-¿Por qué se ha esperado hasta este momento para anunciar su estreno, cuando parecía que iba a ser a principios de año?

-C: El estreno estaba previsto para verano, pero coincidía con el Mundial y se decidió posponer el debut para darle el margen que se merece. Ahora es el momento.