Las cadenas privadas, englobadas en UTECA, van a conmemorar hoy el cuarto de siglo de las concesiones de los tres primeros canales no públicos del panorama español (Antena 3, Telecinco y Canal +) que consiguieron sus licencias el 26 de agosto de 1989. El 21 de noviembre, Día Internacional de la Televisión, viene a celebrar que este medio sigue batiendo récords de consumo, con más de 4 horas diarias por español que aumentan a 4 horas y 20 minutos por andaluz según los datos de 2013. La televisión tiene ahora la competencia de internet, ya instalado 'dentro' de los televisores, pero es más un complemento a la programación en línea, las parrillas convencionales. Eso sí, los jóvenes muestran unos hábitos que reconfigurarán el panorama a largo plazo.

Mientras llega, o no, el futuro, la televisión en España vuelve a estar en la encrucijada, como siempre. El Gobierno está barajando retomar los ingresos publicitarios para TVE y retirar la fórmula de financiación instalada en 2009 que ha permitido a las dos grandes privadas presentar sus ejercicios fiscales con beneficios pese a la aguda crisis. La financiación por publicidad podría regresar a la cadena pública en 2015 y las cadenas privadas van a plantar cara ante la decisión. Los operadores ya andan de uñas desde que en mayo se tuvo que acatar la sentencia sobre las concesiones de abril de 2010, con el apagón analógico, y se declaraba nula la emisión de Nitro, Nueve o Xplora, canales ya desaparecidos. Otras concesiones privadas arrendadas por Vocento o de El Mundo como Intereconomía o Marca TV ya habían salido de la TDT por motivos económicos.

Aún queda pendiente de resolución las concesiones posteriores a 2005 que podrían llevarse por delante a Neox, Divinity o Energy, mientras el Gobierno ha llegado tarde y mal al plan del dividendo digital. Los espectadores van a seguir en estas semanas peleándose con el mando para ordenar la resintonización de los televisores aunque muchos otros aún están esperando la llegada del antenista. La venta de parte de la franja de la TDT para telefonía 4G ha sido un embrollo que aún está por resolver sus dudas futuras de interferencias.

RTVE con sus 113 millones de déficit que amontona cada año tiene cada vez menos audiencia y más problemas, aunque mantenga la señal de Teledeporte. Las autonómicas son sostenidas con alfileres por sus distintos gobiernos, alejando medidas expeditivas como el cierre de Canal Nou, ahora que la Generalitat valenciana quiere reabrirla.

Y el universo la televisión de pago sigue pendiente de una resolución sobre la compra de Digital + por Telefónica. La penetración sigue estancada en el 25% de los hogares. En España el público en general se sigue resistiendo a pagar por ver la tele casi un cuarto de siglo después de la aparición de Canal +.