Fue el inventor del papel higiénico con ilustraciones para leer y en España anunciaba un juguete que se llamaba Aroman y que no está guardado en el memoria infantil. Su rostro, imborrable, está unido a la animación en una TVE que estuvo durante muchos siglos desanimada. El actor y humorista argentino Joe Rígoli fallecía ayer en su país natal, en Mar del Plata, a los 78 años debido a una insuficiencia pulmonar. En los últimos años en España había vivido en la pobreza, olvidado, aunque forma parte de los nombres memorables del entretenimiento en la cadena pública española en los tiempos en blanco y negro.

Rígoli se hizo popular en 1972 en el maratón dominical Tarde para todos. Interpretaba a un personaje semanal patoso, Felipito Takatún (con el fallecido actor Venancio Muro a su lado) y su latiguillo, que se hizo popular, era el "Yo, sigo", añadido a la mueca de su ojo y una boca sólo comparable a la del hermano menor de los Calatrava. El "Yo, sigo" lo decía todo el mundo en la calle, girando los dedos, y la censura, siempre incómoda, empezó a no hacerle gracia la posible comparación con Franco y su régimen eterno. Takatún desapareció de TVE aunque Rígoli volvió posteriormente con concursos dentro de los programas de José María Íñigo (Fantástico, en 1979) y de su realizador, Fernando Navarrete (Lápiz y papel, 1981). Sus morisquetas eran la seña de identidad y su última aparición en la tele de los 80 fue en el espacio infantil diario El Kiosco, con concursos infantiles entre Torrebruno y Pepe Soplillo.

Jorge Alberto Ripoli, su nombre real, nació en Buenos Aires el 5 de noviembre de 1936. Antes de recalar en España había conducido programas en su país como Viendo a Biondi, La nena y La tuerca. Se casó con una española, Fátima, y en los últimos años participó en series como Los Libonatti y Casados con hijos.