TV-Comunicación

Quince años de aquel 'experimento'

  • En abril de 2000 impactó en la audiencia 'Gran Hermano', que llegó por recomendación de un camarero.

Sí, Telecinco se quedaba sin El Súper, un serial donde se había hecho popular un tal Juan y Medio. La productora Zeppelin se quedaba compuesta y había que seguir en la brecha. ¿Por qué no echarle un vistazo a un formato que llamaba la atención en Holanda? Pues hacia allá se marchó el entonces director general de Telecinco, Mikel Lejarza (ahora al frente de Antena 3 Films), para dar una oportunidad a eso que se llamaba Gran Hermano. El propio Lejarza recuerda el día de perros, en noviembre de 1999, con que les recibió Amsterdam. De allí marcharon a una aburrida ciudad, Almere, y en un apartado polígono, en una aislada nave con más pinta de barracón que otra cosa, se acercaron para ver qué era eso del reality show. "Los del control estaban amodorrados, uno estaba incluso dormido, y nadie se movía en la casa que aparecía en la pantalla", recuerda Lejarza. Vaya chasco.

En Almere les dijeron que aquello de la casa era interesante, pero la delegación española se marchó decepcionada con este programa de la cadena Veronica. "Pero todo cambió. Fuimos a un restaurante y decidí preguntarle al camarero que nos servía si conocía el programa que habíamos ido a ver. Al camarero se le mudó la cara y decidió sentarse a nuestro lado para detallarnos que ese espacio le había cambiado la vida". Ese camarero anónimo holandés cambió el curso de la historia de la televisión en España. Sus entusiastas elogios hicieron cambiar la impresión a los de Telecinco y decidieron dar el paso y hacerse con los derechos de Big Brother, concepto cazado de la novela de Orwell 1984. La tutela dictatorial de los movimientos de cada ciudadano se convertía así en un ojo público de la vida privada en directo. La televisión, efectivamente, hace quince años dejó de ser lo que era. El 23 de abril de 2000 la audiencia española descubrió a los habitantes de la casa jaleados por Mercedes Milá, "experimento sociológico" (sic) que terminaría venciendo el gaditano Ismael Beiro.

El reality ya va siempre asociado a Telecinco. El programa que relevó, por cierto, a El Súper fue el 50x15, ¿Quién quiere ser millonario?, que después de una fría acogida en los fines de semana fue calando en el público vespertino. Con el inesperado éxito de aquel concurso Mediaset dispuso así de varios meses para madurar el estreno de Gran Hermano, que le coleaba la polémica desde mucho antes de estrenar el primer programa. En enero de 2000 se inició un primer casting al que 'sólo' respondieron 7.000 personas. No todo el mundo estaba dispuesto entonces a tener una cámara en el váter, el primer prejuicio contra el programa. La casa en Soto del Real (que no Guadalix) se convirtió en un fenómeno instantáneo.

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