Antes la conocían por ser la primera chica Almodóvar cubana, ahora por interpretar a Sole, la reclusa con más carisma y ternura de Vis a Vis. María Isabel Díaz no se lo pensó dos veces y en tres días empaquetó toda su vida de cinco años en Miami para mudarse a Madrid y participar en la serie de Antena 3, de la que entonces sólo había leído el guión del primer capítulo. Confiaba en un producto "rompedor y diferente" y, sobre todo, en Luis San Narciso, el director de casting de la productora Globomedia, que la descubrió y le dio su primera oportunidad en España. Ahora no puede dar un paso por la calle sin que la gente la pare a felicitarla por su trabajo, besarla y abrazarla por la empatía y cariño que genera su personaje.

-Sole es un personaje que atrapa enseguida, un caramelo para cualquier actriz, ¿no?

-Desde luego. Tiene muchos matices, y todos pegados a la realidad. Sole es terrenal, es humana... es una delicia. Cualquier mujer maltratada física o psicológicamente, en realidad cualquier mujer de su edad, se puede sentir identificada con ella. Como madres, también. El sentimiento maternal es algo que tenemos muchas madres, aunque no se sea madre curiosamente. Ella es la madre de todas en Cruz del Sur.

-Le está entonces agradecida a este personaje.

-Por supuesto, cómo no. Vivo en España desde hace 20 años y ahora no puedo andar dos metros sin que la gente me pare por la calle para abrazarme y besarme, es maravilloso. Claro que le debo mucho a Sole, la quiero mucho, pero es que la gente la quiere todavía más.

-¿Se prepararó el papel de alguna manera especial?

-Es curioso, parecía que el papel me estaba esperando. Conocí a una familia que vivió un caso similar; no fue tan trágico, ella disparó al marido y pasó un año en la cárcel, pero no llegó a matarlo. Hablé entonces mucho con su hija, porque eran amigas mías, toda la familia. Lo curioso es que el matrimonio siguieron juntos después, se querían mucho. Es difícil de entender, pero yo no he juzgado nunca a Sole, no podría.

-Antes de Vis a Vis era conocida por Volver, la película de Almodóvar. ¿Cómo fue esa experiencia?

-Terorífica (risas), yo estaba como una niña asustada. ¿Sabe cuando uno es consciente de que tiene que aprovechar al máximo porque a lo mejor es la única vez en la vida que te pasa algo estupendo? No me sirvieron de nada mis 30 años de experiencia anteriores, ja, ja, ja.

-Sole cada vez tiene un peso más fuerte en las tramas. ¿Qué nos puede adelantar que veremos?

-A partir de ahora nos va a sorprender porque le van a suceder cosas increíbles, buenas y malas. Su relación con Macarena, y con otras reclusas, no va a pasar por el mejor momento.

-Acaban de terminar el rodaje de esta segunda temporada. ¿Habrá tercera?

-Yo soy moderadamente optimista, pero no depende de mí, claro. Pienso que debería haber tercera, la gente y las historias que cuenta la serie lo están pidiendo a gritos.