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Así será 'Fable Legends'

  • El cuarto y último título hasta la fecha de la serie de rol para Xbox se estrenará, sin la participación directa de su creador original, en la nueva generación de consolas.

El nacimiento de la serie Fable en Xbox supuso todo un paso adelante dentro del panorama del rol occidental. Bajo una premisa abierta, donde el jugador tiene la capacidad de escoger entre valores morales decidiendo entre buenas y malas acciones, que en distintos grados influían directamente en la trama argumental, la obra de Peter Molyneux demostró la capacidad de los estudios que trabajan más allá de las fronteras orientales también eran capaces de aportar algo de calidad y variedad al género. A partir de ese momento, cada nueva propuesta del desarrollador ha venido cargada de cierta polémica, ya que a pesar de prometer reiteradamente miles de ideas y conceptos realmente innovadores, éste no logró dar con una fórmula que compensara la expectación que ellos mismos levantaban. Aunque ciertamente entre el catálogo de juegos de la franquicia hay títulos más inspirados que otros, la serie ha demostrado entrega tras entrega ser un sinónimo de calidad incuestionable.

La franquicia de los héroes estrena generación

Después de tres videojuegos de la serie, y de un experimento apoyado en el sensor de movimiento Kinect en Fable: The Journey, LionHead Studios se enfrenta a varios desafíos, el primero hacer frente a la producción sin la figura de Molyneux, que hace algún tiempo decidió abandonar el estudio y dejar al equipo a cargo de la primera entrega de la saga para Xbox One, así como un segundo reto que esconde muchas aristas afiladas, ya que se encuentran en la obligación de conquistar nuevos horizontes y demostrar a la comunidad que Fable sigue vivo tras la marcha de su creador. 

 

Así se está gestando Fable Legends, la próxima apuesta de la Microsoft dentro de la franquicia que adelanta como reclamo una vertiente multijugador para cinco jugadores, cuatro de ellos controlando a héroes y uno encarnando al mismo villano. Hemos podido probar el título en un evento de la compañía en Londres y tras pasar por nuestras manos podemos afirmar que Fable Legends, además de mantener la esencia original, presenta varios conceptos realmente prometedores.

 

El primer aspecto que sorprende de este Fable Legends son sus característicos personajes, que se alejan por completo del concepto de héroe que evoluciona junto al jugador para dar paso a prototipos más definidos. De esta manera, contamos con cuatro héroes jugables completamente distintos que adoptan roles específicos dentro de cada partida. Así, por ejemplo, nosotros optamos por Winter -una heroína capaz de congelar a los enemigos- en un escenario dividido en secciones, con multitud de enemigos y trampas que superar hasta llegar al final del nivel. Winter, en este caso, es un personaje de apoyo, pues no cuenta con demasiadas habilidades para hacer frente a los enemigos en solitario y seguramente se verá en más de un apuro si no cuenta con ningún aliado cerca. Ésta es una particularidad del personaje, ya que no ocurre lo mismo con el resto del equipo, que sí tiene a su disposición un buen arsenal de armas de corto y largo alcance para hacer frente a las amenazas.

Héroes cooperativos

 

De hecho, aquí entra en juego el factor más innovador de la entrega gracias a un sistema que encaja a la perfección con la serie: la cooperación. Por primera vez en la franquicia los jugadores se tendrán que compenetrar con sus compañeros, algo que será fundamental para sobrevivir a lo largo de la aventura. Como adelantábamos, el control de Winter aporta una ventaja clara a nuestros compañeros en combate. Rook, por el contrario, cuenta con una ballesta ideal para disparar a larga distancia y protegerse; Sterling utiliza el cuerpo a cuerpo a modo de espadachín y, por último, Inga, que además de ataques por arma blanca, emplea un gran escudo para proteger al resto del grupo. La comunicación es clave en este aspecto, pues el villano también está controlado por un jugador, de modo que no hay lugar para las rutinas, algo que rápidamente se demuestra capaz de poner las cosas realmente difíciles al jugador gracias al sistema de juego creado para la ocasión.

El control en el bando de los héroes no se aleja en exceso de lo visto en anteriores entregas. Los botones frontales sirven para seleccionar las diferentes habilidades -que irán activándose paulatinamente con el paso del tiempo-, mientras que los gatillos se emplean para apuntar y disparar. La clave, insistimos, es comprender las características propias de cada héroe para adecuar su estilo de lucha a las exigencias externas.

 

Por otra parte, y entrando ya en el innovador terreno del control de las fuerzas oscuras, la jugabilidad del villano adopta una postura mucho más elevada. Jugando como villanos el usuario apreciará claramente el potencial de las partidas multijugador, siempre y cuando sepa controlar y gestionar bien los recursos, que no son otros que tropas y trampas para frenar el avance de los héroes. De esta manera, pasamos de una perspectiva en tercera persona para adoptar una vista similar a la de los juegos de estrategia, lo que permite controlar el escenario en su totalidad mientras se estudian los movimientos de los héroes.

Sin necesidad de teclado y ratón, Lionhead Studios ha desarrollado una jugabilidad que convence sin problemas, asignando los diferentes botones a los distintos tipos de tropas y esbirros y empleando los gatillos para activar o desactivar puertas y trampas. Encarnar al villano es realmente divertido, pues podemos ver el progreso de los héroes y establecer tácticas para aniquilarlos antes de que lleguen al enemigo final de la fase. Así, por ejemplo, podremos utilizar esbirros básicos para entretenerlos mientras que otro tipo de enemigos preparan un ataque aéreo para bombardear la zona. Las tácticas rastreras también están permitidas dentro del juego, pues al fin y al cabo el mal no entiende de moral, de modo que podremos bombardear el cadáver de un héroe caído cuando sus compañeros intenten reanimarlo y acabar con varios pájaros de un tiro.

 

Paseando por Albion

El nivel al que tuvimos acceso iba desbloqueando una serie de secciones que lo componían a medida que los héroes iban superando enemigos. Con un lapso de tiempo de un minuto para que el villano pueda gestionar el siguiente recorrido, la comunicación y planificación entre el bando de héroes debe ser explícita, mientras que la tensión y la estrategia del mal se muestra más meticulosa. El enemigo final de la fase, desde el punto de vista de los héroes, requiere que todos aliados combinen sus fuerzas para destruirlo. Eso sí, a pesar que los héroes pueden revivir, la barra de vitalidad disminuye con cada muerte, dejando las cosas más fáciles -y justas, todo sea dicho- al bando contrario.

 

En otro orden de asuntos, el nivel técnico de Fable Legends mantiene su diseño artístico, con colores muy vivos que encajan a la perfección dentro del reino de Albion. La calidad gráfica, por su parte, también se ve exponencialmente mejorada gracias a la potencia de Xbox One y tanto animaciones como efectos mantienen una calidad notable. No obstante, únicamente tuvimos acceso a un nivel, aunque es lógico que la obra mantenga los diferentes entornos de Albion, que oscilan desde los colores más vívidos a la oscuridad más terrorífica.

La primera impresión tras probar Fable Legends es realmente positiva. Se destaca como una propuesta innovadora y divertida, que además ofrece la posibilidad de jugar en compañía, todo un lujo dentro de la serie que eleva hasta cotas muy altas la experiencia de juego. Por el momento tan sólo nos queda esperar unos meses para comprobar si Fable Legends finalmente consigue dar continuidad o incluso extender el legado de Molyneux, aunque lo visto hasta el momento va en esa dirección y emociona desde los primeros minutos de juego.

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