Final Fantasy Type-0 estaba destinado a ocupar la tercera parte del proyecto Fabula Nova Crystallis, una serie de entregas basadas en un mismo marco que comprendían Final Fantasy XIII, Final Fantasy Versus XIII (que finalmente nos llegará como Final Fantasy XV) y Final Fantasy Agito. Esta última iteración se anunció como un juego para teléfonos inteligentes, pero la escasa capacidad de los móviles en aquellos días no fue suficiente como para terminar el desarrollo. En 2008 se confirmaba que el juego finalmente llegaría a PSP como Final Fantasy Type-0, pero sus planes de lanzamiento no aseguraban la comercialización del juego más allá de las fronteras japonesas. Desgraciadamente hemos tenido que esperar hasta la llegada de PlayStation 4 y Xbox One para disfrutar de una edición remasterizada en alta definición de la entrega inédita en occidente. Una gran oportunidad para conocer la épica historia de los componentes de la clase Cero

La elite: la clase Cero

El argumento y la historia de nuestros protagonistas se desarrollan en el universo de Orience, un vasto territorio que acoge varias naciones que conviven en cierta armonía guardando celosamente sus cristales de poder. El imperio Milites, la alianza Lorican, el reino de Concordia y el feudo de Rubrum, habían logrado sostener durante siglos una era de tranquilidad que se rompe cuando al inicio del juego, el imperio Milites invade Rubrum para hacerse con su cristal de poder. Esto deja a sus habitantes y tropas sin la posibilidad de emplear la magia que otorga la roca de vidrio místico. Pero no todo está perdido para el feudo de Rubrum, ya que el grupo de estudiantes de la clase Cero puede usar la magia sin la necesidad de cristales. Los catorce estudiantes de la academia militar de elite, aspirantes a Agito (de aquí el nombre original) se convertirán en la mejor baza para el ejército de Rubrum. 

A grandes rasgos el juego se ramifica en tres vertientes muy diferenciadas, es decir, la vida en la escuela, la resolución de misiones con combates en tiempo real y el movimiento estratégico de tropas en las ofensivas por recuperar los territorios. Pero una de las principales diferencias de Final Fantasy Type-0 HD respecto a otros juegos de la marca es un contexto y desarrollo de la historia más dramático, sangriento y emocional, como se demuestra desde la primera cinemática. La narrativa se torna más madura y la complejidad de los personajes que están a disposición del jugador también supone una diferencia importante. Cada uno de los 14 personajes controlables tiene diferentes características y formas de luchar, algo que incrementa la necesidad de establecer estrategias variables dependiendo de la misión o los combates que debamos afrontar. Por ejemplo, disponemos de personajes con ataques a distancia y cuerpo a cuerpo que recogen aptitudes ofensivas y defensivas de lo más característico. Estos se equipan con dos vertientes de ataque ya sean ordinarias o mágicas, a lo que hay que sumar un comando específico para la defensa. El desarrollo de los combates se realiza con tres personajes, que irán sucediéndose según vayan siendo eliminados, y aunque el número de componentes de la clase Cero parece suficiente, creednos cuando aseguramos que las batallas son muy desafiantes, ya que si el jugador no se toma algo de tiempo en trazar una estrategia verá como los estudiantes caen fulminados uno tras otro hasta no dejar ninguno en pie. Aunque siempre queda la posibilidad de retroceder hasta un punto seguro del mapa, donde la plantilla recupera todos sus miembros para regresar a la zona de conflicto con una idea más clara de lo que vamos a encontrar.

En los diferentes puntos de guardado el jugador puede acceder a un menú donde variar las características y objetos del inventario antes de comenzar a trazar una estrategia. Además del arsenal de combate, los aspirantes a Agito cuentan con habilidades mágicas que se completan con dos características de ataque combinadas. Se trata de triade marcial e invocación. El primero desata la potencia de un golpe que ejecutan los tres componentes de forma conjunta siempre que acumulen suficiente poder en la barra de habilidad, que se nutre con acciones acertadas de ataque. La segunda ofrece la posibilidad de equipar un Eidolon. En este caso el jugador se encontrará con algunos conocidos como Ifrit o Bahamut, aunque también se ha incorporado alguno de nuevo cuño. Su uso está vinculado al sacrificio del líder del grupo, que no podrá ser utilizado durante el resto de la misión una vez liberado el Eidolon, que por otra parte brindará al jugador un corto periodo de devastación y potencia con un estilo muy parecido a lo visto en Final Fantasy XIII, es decir, tomando directamente el control durante el tiempo que aparece en pantalla. 

Batallas repletas de acción

Como es natural todo grupo de estudiantes necesita un lugar donde aprender y acomodarse. Este emplazamiento es la academia de magia, que además sirve como nodo central del juego. Aquí el grupo tendrá que acudir a clase y realizar algunas tareas complementarias como criar Chocobos, conversar con otros personajes, aprender cantidad de lecciones en las clases, visitar la biblioteca, pasear por el mirador o dar una vuelta por los bellos jardines que rodean la escuela. Entre las clases y misiones que el grupo debe superar se determina un límite de tiempo que el jugador puede emplear en estas labores, pero cada situación en la academia consume un determinado tramo de tiempo, por ejemplo, mantener una conversación, comprar equipo, provisiones o ayudar a un compañero nos restará dos horas de tiempo, excepto cuando el jugador tiene que salir del recinto, en cuyo caso la cantidad se eleva hasta las 6 horas, de modo que habrá que tener en cuenta el reloj en el momento de aceptar ciertos desafíos, ya que el grupo debe acudir puntual a las citas de la campaña.

Una vez que el jugador ha completado las primeras misiones a modo de tutorial y reconocimiento del entorno, el juego le permite explorar las tierras de Orience, descubrir diferentes ubicaciones y luchar en las clásicas batallas aleatorias marca de la casa. No obstante, el acceso a determinadas zonas del mapa están ligadas al progreso de la historia. De este modo el jugador se mantendrá viajando de un lugar a otro del mapa visitando los diferentes pueblos de la región, donde recibirá una enorme cantidad de misiones secundarias que le ayudará a subir de nivel de forma progresiva. El aumento de nivel se produce de manera automática al recibir experiencia y permite al jugador aumentar todas las características de los personajes, así como desbloquear nuevas habilidades o bien potenciar las que haya adquirido con anterioridad. Aquí también existe el Alto Crystrium, un artefacto similar al que encontramos en ‘Final Fantasy XIII’, aunque con diferencias, ya que únicamente está dispuesto para mejorar fuerza, alcance, velocidad y magia. Estas mejoras dependen directamente de la cantidad de pneumas recolectados de adversarios muertos. 

Pero Final Fantasy Type-0 HD añade algunas variaciones bastante interesantes y complejas al combate. Se trata de las batallas de estrategia en tiempo real. Aquí podemos mover varios grupos de tropas para tomar diferentes posiciones. Cada asalto cuenta con un número de objetivos específicos, que una vez completados, permite al jugador tomar el control de las poblaciones invadidas. Este interesante elemento de juego está destinado a ofrecer más variedad al combate, además de acercarnos más a la escala real que alcanza el conflicto del juego. Aunque normalmente las misiones estratégicas son de obligado cumplimiento, ya que sirven para avanzar en la historia, existen batallas que el jugador puede desechar, una idea interesante destinada a no frustrar a los jugadores que no se encuentren familiarizados con el exigente sistema. Los combates aéreos también están llamados a ofrecer más variedad en la parcela jugable. A pesar de no actuar directamente con las aeronaves en el planteamiento de la acción, aquí el jugador toma los mandos de los cañones de un navío para terminar con la fuerza de dragones del reino de Concordia.

La conversión de portátil a doméstica

A nivel gráfico, el título se defiende bastante bien para proceder de una portátil de anterior generación, más aún si contamos que está planteado sobre un juego originalmente pensado para teléfonos móviles. En resumidas cuentas luce muy bien y se percibe una enorme cantidad de horas de trabajo en la adaptación. Aunque el aire, la estética y la concepción de la arquitectura dejan ver perfectamente el origen del juego, se han mejorado entornos, texturas, iluminación y animaciones. 

El apartado sonoro corre a cargo de Takeharu Ishimoto, que también se encargó de la banda sonora de Crisis Core: Final Fantasy VII con un trabajo simplemente formidable. Dentro del menú principal del juego es de agradecer que se haya respetado el doblaje original en japonés, que junto al inglés componen los dos idiomas a los que ha sido doblado el juego, que llega a nuestro país, eso sí, con todos los textos de pantalla y subtítulos en perfecto castellano, con la posibilidad además de variar la velocidad del texto. Por último, los más aplicados también pueden aprender conceptos básicos del universo mediante una enciclopedia en la que se detallan diferentes conceptos para los nuevos jugadores.

Conclusiones

La llegada de Final Fantasy Type-0 HD supone todo un acontecimiento por dos razones: el fin de una larga travesía que comenzaba en 2006 hasta su lanzamiento en Europa y la posibilidad de recoger una propuesta de juego sobresaliente; además de suponer el punto inicial de ‘Final Fantasy XV’, ya que el juego, además incluye la demo. Sin embargo ni la posibilidad de acceder a la primera toma de contacto del próximo juego de la franquicia es capaz de ensombrecer esta interesante propuesta, que combina una jugabilidad con aromas clásicos, una épica historia con cantidad de interesantes personajes, una banda sonora sobresaliente y unos valores de rejugabilidad que prácticamente obligan al jugador a una segunda vuelta sobre un formato que se puede extender hasta las 80 horas en una primera visita.