Crítica 'the crazies'

Aceptable revisitación de un clásico menor

The Crazies. Terror, EE UU, 2009, 101 min. Dirección: Breck Eisner. Guión: Scott Kosar, Ray Wright, basado en una historia de George A. Romero. Intérpretes: Radha Mitchell, Danielle Panabaker, Timothy Olyphant, Joe Anderson, Preston Bailey. Música: Mark Isham. Fotografía: Maxime Alexandre.

Estupendo arranque: planos de un pueblo en llamas, devastado; salto atrás, dos días antes: el mismo pueblo en su feliz cotidianidad, imágenes espectaculares de las llanuras del Medio Oeste, tractores arando, la moderada agitación de la calle principal, un partido de béisbol. ¿Qué ha pasado en esas 48 horas? Lo primero es que un lunático armado irrumpió en el campo de béisbol. Lo segundo es que otros ciudadanos antes normales empezaron a actuar como lunáticos asesinos. Lo tercero, que en los pantanos unos cazadores descubrieron a un piloto militar muerto tras tirarse en paracaídas. A partir de aquí, se desarrolla una potente media hora de suspense y terror basada en una inteligente retención de información. ¡Por fin vuelve el guión, aunque sea un ratito! Primero, hechos; después, posibles causas. Y preguntas, muchas preguntas: ¿Ha caído un avión militar? Si así es, ¿por qué se ha ocultado? ¿Qué son esas observaciones por satélite que de vez en cuando se insertan? ¿Por qué se cortan las comunicaciones por móvil e internet? ¿Quiénes los espían? ¿Por qué cada vez más ciudadanos se comportan como locos agresivos? Cuanto más se tarde en llegar al principio -las imágenes primeras del pueblo devastado- y en ir contestando estas preguntas -es decir, cuanto más se retrase la información- mejor para la película. Cuanto antes las vaya respondiendo -cosa que empieza a hacer antes de que medie- peor.

Con un espléndido y potente sentido del plano, una bien cohesionada narración y un ritmo impecable, el realizador televisivo Breck Eisner se redime de haber rodado, en una de sus escasas incursiones cinematográficas, una de las peores películas de los últimos años: Sahara. Con esta revisión del clásico popular dirigido en 1973 por George A. Romero -el maestro de la primera estación del cine de casquería, que ahora produce este remake- Eisner paga, al menos en parte, la deuda contraída con cuantos sufrieron Sahara (y con ella a unos tremebundos Matthew McConaughey y Penélope Cruz).

La primera media hora, espléndida, bastaría para saldarla. La segunda media hora tiene un pase; aunque incurra en un desmadre propio de la modesta versión del 73, pero no de esta más ambiciosa producción. Y la tercera se desfonda, pese a alguna perla como la escena del lavacoches. Si hubiera aguantado más sin meterse en explicaciones, si hubiera preferido el terror de pocos personajes en vez del espectáculo apocalíptico…

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios