CINE

Brad Pitt, asesino a sueldo

  • El actor estadounidense vuelve a trabajar con el director Andrew Dominik en una película que completa su reparto con Richard Jenkins, James Gandolfini o Ray Liotta.

Se da la circunstancia de que en este 2012 Brad Pitt cumple un cuarto de siglo en la interpretación. Ha llovido mucho desde que cobrase unos escasos 38 dólares por su primer papel y desde que se ganase la vida haciendo pequeñas interpretaciones en series televisivas, de esas que hacen los gozos de los programas de zapping redescubriéndolas. Sin embargo, lo extraordinario de su carrera no ha sido su ascenso desde la nada, hecho que comparte con muchas estrellas, sino que ha conseguido la respetabilidad. Nadie daba un duro por su capacidad interpretativa cuando surgió a finales de los 80. Parecía -era de hecho- un guaperas más, rubio y de ojos azules, destinado a pasar su gloria en cuanto las arrugas le pasasen factura, triste destino que compartió con muchos compañeros de generación. Pero el caprichoso azar le tenía reservada mejores cartas.

Pitt demostró un tesón y una ambición que le han ganado un puesto de lujo en el caprichoso mundo del cine. Rompió con su imagen y optó por papeles difíciles y arriesgados. Así, encarnó al macarra de Snatch y al atribulado marido de Babel. Empezó a marginar un poco sus papeles en los Blockbusters y se centró en películas más minoritarias, aunque la cuota de glamour quedó cubierta con su asociación sentimental y empresarial con Angelina Jolie, para uso y disfrute de la prensa rosa. Todo este proceso ha culminado este año con la nominación al Oscar por la curiosa película Moneyball. Y sin olvidar uno de sus papeles más arriesgados, el del psicótico protagonista de El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford, donde encarnaba de forma poco complaciente al famoso bandolero en un film moroso y fascinante.

Precisamente el australiano Andrew Dominik, director del título recién citado, ha vuelto a trabajar con Brad Pitt en Mátalos suavemente, que se estrena hoy viernes, un violento thriller con ramificaciones sociales, ambientado en los inicios de la crisis económica que padecemos, cuando las sub primes estallaron. Aunque la estrella no está sola, ya que actores del peso de Richard Jenkins, James Gandolfini o Ray Liotta le acompañan. Es la adaptación de una novela del autor del género negro George V. Higgins, publicada en 1974. El camino para llegar a ella fue tortuoso, pues Dominik vio en televisión la adaptación cinematográfica de una de sus obras, El confidente, y quiso conocer la obra del novelista. Para su sorpresa, descubrió que Higgins era un autor olvidado, teniendo que acudir a librerías de viejo para acceder a sus novelas. Una de ellas era Mátalos suavemente y se decidió a adaptarla, con el apoyo de Brad Pitt. La trama nos retrotrae a la campaña electoral de 2008 entre Barack Obama (¿Se acuerda alguien ya del 'Yes, we can'?) y John McCain, con el trasfondo del derrumbe de Wall Street que seguimos pagando. Dos delincuentes de poca monta recién salidos de la cárcel deciden hacer dinero asaltando una partida clandestina de póker con mucho dinero en la mesa. Pero se halla controlada por un mafioso que no perdona el atraco, que le pone en números rojos. Así que contrata a un matón sin miramientos para que los localice, los mate y recupere el dinero. Brad Pitt confía tanto en el proyecto que es su productor, en una muestra más de que no quiere quedarse en un guaperas más.

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