Cultura

Cine y sentimiento

  • Javier Codesal reúne su pensamiento fílmico y sus dos únicos títulos rodados en 35mm en el libro 'Dos películas'

Dos películas. Javier Codesal Periférica. Cáceres. 90 págs. Incluye Mini-DVD con las películas 'O milagre da carne' (14', 1994) y 'Bocamina' (22', 1999). 17,50 euros

La mejor señal que nos envía la obra de Javier Codesal (Sabiñánigo, Huesca, 1958) es su difícil acomodo entre los discursos críticos al uso, sean estos artísticos, cinematográficos o literarios. Poeta, fotógrafo, cineasta y videoartista pionero en nuestro país, Codesal atraviesa los formatos y los lenguajes para poner a prueba a aquellos que sólo se sienten cómodos entre las etiquetas del mercado de la cultura.

Uno, que de entre su vasta producción desde los años 80 apenas conocía sus sobrios retratos filmados de José Menese y Mayte Martín, descubre ahora que Codesal es también un espléndido prosista (lírico, en cualquier caso) capaz de dar forma a golpe de retazo, de pincelada, a un pensamiento lúcido y esencial sobre la imagen cinematográfica y su filosofía.

Prima aquí una concepción eminentemente materialista ("y rodar sin nada en la conciencia, con una pobreza que sólo se abastece del tiempo, como verdadero acontecer, y luz, como auténtica imagen") de la creación, la misma que, en cierto modo, rige la estética de sus admirados Dreyer, Vertov, Ford, Val del Omar (de quien completó su Acariño Galaico), Fassbinder, Godard, Ozu, Straub-Huillet, Sokurov o Pasolini (cuyo Teorema alumbró una vocación), y que se despliega en toda su densidad poética en el capítulo Cine y sentimiento, una colección de aforismos y pensamientos breves que condensan numerosas e importantes ideas sobre el cine, su historia y su estética desde los tiempos del mudo a la irrupción del vídeo.

Una segunda parte incluye una entrevista editada en la que el artista prolonga su intento de poner orden en sus raíces, referencias (San Juan de la Cruz, Goya, Buñuel, Rimbaud, Celan), filias y fobias ("la opción descaradamente academicista elegida por el cine industrial") a través de un recorrido por su propia experiencia artística y por sus reflexiones en torno al vídeo ("energía fluyente"), la ilusión de la imagen y su persistencia retiniana, el apego a lo real ("no pasar de largo ante la fragilidad del cuerpo, el dolor, la enfermedad o la muerte"), la reivindicación de la artesanía o la distinción entre el pop ("la roña del idealismo") y lo popular ("porque ahí precisamente me encuentro").

Partiendo del convencimiento de la necesidad de erradicar la "nostalgia del cine como fetiche o escenario" para abrazar su legado "junto al del arte contemporáneo", el pensamiento y la práctica fílmica de Codesal se apartan de la dictadura de la narración cinematográfica ("me cuesta mucho soportar la continuidad basada en la causalidad, la lógica de los actos, los espacios y los tiempos…no deseo evitar la narración, sino recogerla allí donde brota") para interesarse por los ritmos, "el cuerpo de las palabras, su encarnadura en el texto y la voz", por esa otra lógica, la del poema, que busca analogías, se deja llevar por los objetos, el sonido o la musicalidad del idioma.

Podemos comprobarlo en las dos películas que se incluyen en la edición, O milagre da carne (1994) y Bocamina (1999), sus dos únicos trabajos rodados en 35mm: dos piezas secretas cargadas de argumentos estéticos para adelantar algunas de las preocupaciones de cierto cine español contemporáneo (pienso en Guerin y su escuela), dos películas breves, inclasificables, sugerentes y poderosas que apelan al contacto con lo real como punto de partida para una personal reelaboración poética de la materia. Si en la primera, dedicada a Duras y Genet, se alumbra el retrato íntimo de una familia rural gallega en sus quehaceres cotidianos a partir de las resonancias entre la carne y la muerte, Bocamina se acerca al pueblo minero de La Unión para deambular por su paisaje (onírico) y fabular libremente sobre unas bases antropológicas (el cante flamenco, los trovos) con las voces (y los acentos), la tierra, el tren y el cuerpo humano como elementos esenciales.

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