Crítica de cine (SEFF 2017)

La Cruzada de los Niños

Una imagen de la película del director checo Václav Kadrnka.

Una imagen de la película del director checo Václav Kadrnka.

La ya tradicional pesca de cine de la Europa del Este para esta Sección Oficial en el festival de Karlovy Vary se salda este año con la ganadora del Globo de Cristal de su pasada edición, esta cinta checa de Václav Kadrnka (Eighty Letters) que algún optimista (o simplemente tuerto) querría emparentar con el Lancelot du lac de Robert Bresson o el Perceval le galois de Eric Rohmer.

El ojo y el oído poco entrenados tal vez confundan la austeridad impostada, el minimalismo posmoderno, la imagen en formato cuadrado, el anti-dramatismo, la escasez de palabras, la recreación de época, el latón, el vestuario de tela de saco y los ecos áridos y repetitivos de la zanfoña con la mirada precisa, esencial y cortante del director de El proceso de Juana de Arco, pero no vendremos aquí a sacar a nadie de sus propios autoengaños.

Nos dice la sinopsis de prensa que la trama de Little Crusader está libremente inspirada en un poema épico de Jaroslav Vrchlický sobre la legendaria Cruzada de los Niños datada en 1212 y que llevó a millares de infantes checos a luchar contra los musulmanes en Tierra Santa para recuperar el Santo Sepulcro.

Lo que se propone Kadrnka es despejar y despojar el viaje de un padre en busca de su hijo, huido del hogar para unirse a esa cruzada intentando emular los pasos de su progenitor, un viaje moroso y episódico por los paisajes sardos quemados por el sol, apenas acompañado de su caballo y un retrato bordado del hijo que se va desintegrando poco a poco, en la que tal vez sea la imagen más original y poderosa de toda la película.

El modelo a seguir bien pudiera ser el de aquel minimalismo festivalero de hace una década, a saber, buscando disolver poco a poco ese trayecto, la narración parca y su superficie de época en un territorio de abstracción, simbolismo elemental y sueño, de tiempo suspendido y abolido, de espejeo de representaciones entre sábanas blancas movidas por el viento y umbrales y ventanas filmados a contraluz.

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